Si para un adulto la muerte es difícil de asimilar, ¡imagínate para un niño! Pero por supuesto que no, para los niños es más fácil el proceso de la muerte, para ellos es lo más natural y aunque a ti como adulto te resulte muy doloroso y difícil hablar de la muerte con el niño, es mejor hacerlo lo antes posible, pasadas las primeras horas de confusión , te recomiendo busques un momento y un lugar adecuado para poderle explicar al niño lo que ha ocurrido, con palabras sencillas y sinceras, te doy un ejemplo: “Ha ocurrido algo muy triste, mamá ha muerto», ya no estará más con nosotros porque ha dejado de vivir, era una mujer que amábamos mucho y sabemos que ella también nos amaba.
Si la muerte del ser querido fue por suicidio, no sirve de nada ocultarlo porque tarde o temprano se acabarán enterando por alguien ajeno y que le hará más daño psicológicamente y emocionalmente, lo que tienes que hacer es explicarle al niño qué es el suicidio, y responder a sus preguntas.
Las preguntas más recurrentes que los niños hacen si es el caso:
¿Por qué ha muerto? claro que una pregunta difícil de responder, lo mejor es decirles que nosotros también nos hacemos las mismas preguntas, o simple y sencillamente es decirles que tampoco tenemos la respuesta. Es muy importante que sepan que todos los seres tienen que morir algún día y que le ocurre a todo el mundo.
Es de suma importancia cuides tus palabras, cuides mucho la forma en la que vas a tratar este tema con los niños, porque en su fantasía pueden creer que algo que pensaron o dijeron pudieron causar la muerte de su ser querido, si un niño dice: me hubiera gustado ser más bueno con mamá, así ella no habría muerto, es de suma importancia con calma y firmeza le digamos al niño que no ha sido culpa suya.
Como ese adulto que eres, debes de mantenerte física y emocionalmente cerca del niño, permitirle estar cerca, sentarse a su lado, sostenerlo en los brazos, abrazarlo, escucharle, llorar con él, podemos también dejar que duerma cerca,
Debemos hablar con el niño que aunque estamos muy tristes por lo ocurrido, vamos a seguir ocupándonos de él lo mejor posible, el niño puede temer también ser abandonado por el familiar sobreviviente, por ejemplo el padre, es importante asegurarle que aunque está muy afectado por la pérdida, se encuentra bien y no le va a pasar nada.
Es recomendable ante un duelo en el pequeño que reencuentre el ritmo cotidiano de sus actividades, el colegio, sus amigos, sus juegos , estar con las personas que quiere, es recomendable también que se le garantizarle al niño una estabilidad, es decir, no cambiarlo de colegio, o imponerle nuevas exigencias, asegurarle que vamos a seguir queriendo a la persona fallecida.
Al niño hay que permitirle participe en los ritos funerarios para que el tenga la posibilidad de hacer su proceso de duelo, de despedirse de ese ser amado, y a la larga no le cause alguna ansiedad o problema ante la pérdida
Recuerda que “La muerte es el acicate para vivir en plenitud”
Por Yovana Barón, Tanatóloga
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