En qué momento un concepto tan hermoso como el amor se comercializó, empaquetó y hasta funciona como moneda de transacción entre las relaciones personales. Por supuesto me refiero a la creencia que tenemos de éste y no del amor en sí. A continuación reflexionaremos sobre cómo un concepto tan sagrado ha sido contaminado a través del tiempo.
Inicia con esa ya conocida historia donde si no nos comportábamos como era indicado se retiraba el afecto. En caso de que no tengas analizado esto, se refiere a un momento donde recién comenzabas a aprender sobre este mundo, esta vida y los responsables de tu formación carecían de herramientas para lograr cierto resultado esperado de ti, así que la privación de afecto funcionó como un control donde tú aprendiste que debías ser o comportarte de cierta forma para ser merecedor de amor, como también menciona Don Miguel Ruiz Jr. en su libro la Maestría del Ser.
Al pasar los años, nos vemos ahora en relaciones amorosas donde ante el error de nuestra pareja solemos responder con la misma enseñanza que aprendimos en nuestra infancia: retirar el afecto y como si eso no fuera suficiente, en ocasiones incluso descargamos una energía en forma de desaprobación aniquilando así un espacio seguro de comunicación, entendimiento y apertura.
Después viene el mundo de afuera, ese en donde mostramos nuestra mejor cara y de pronto vemos que alguien cometió una equivocación. Probablemente se traté de una celebridad o el nuevo lord o la nueva lady del momento, o incluso una figura de autoridad política y ¡respondemos de la misma forma! Creemos que se trata del uso de la libertad de expresión cuando en realidad estamos exponiendo cómo fuimos tratados de niños cuando nos equivocamos.
Puede que aprovechemos una ola donde muchos más ya estén haciendo esa descarga negativa, o sea la comodidad de la distancia y hasta anonimato lo que dé una falsa idea de autorización para externar toda esa desaprobación poco constructiva.
Y esta es una de las formas donde el amor es visto como recurso, trayendo como consecuencia la falta de comprensión, compasión y hermandad.
Ahora hablaremos sobre cómo un hermoso sentimiento ha sido utilizado como un producto que ayuda a lograr ciertos objetivos.
Amamos al amor. Sin duda es nuestro motor e inspiración principal, sin embargo ciertas industrias y mentes aprovechadas hacen uso de este estado para darle una nueva cara que poco tiene que ver con la realidad.
Una donde se lanzan mensajes como si fuera algo que no viene de adentro, como si la razón para sentirlo se debiera a un factor externo y además con características extraordinarias. Vemos al amor escandaloso, con escenarios exóticos y momentos llenos de producción y es así como el verdadero amor ha sido cubierto.
Muchas veces quien habla del amor ni siquiera lo está sintiendo y narra una historia que vive en su mente. Como si se tratara de la lotería y no de un estado natural del ser humano.
Lo cierto es que amar y respirar son dos acciones con las que nacimos y necesitamos para seguir existiendo.
Comparto esto esperando que no te dejes llevar por lo que ven tus ojos sobre lo que es el amor, pues el amor se siente.
Columna escrita mientras se escucha a Sufjan Stevens y acompañada de un rico incienso desde Playa del Carmen, México.
Una corona para ti,
Angie D. Brenes
Twitter: @angiebrenes
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