El amor en tiempos de Star Wars.

Irene Torices

Con el próximo estreno del Episodio VII “El Despertar de la Fuerza”, de Star Wars, no quise perder la oportunidad de analizar las formas en las que surge la sexualidad de la que es quizá la saga más famosa de la historia del cine, por si creían que las y los Jedi son seres asexuados, debo decirles que han vivido engañados, pero esto seguramente un “real fan” de la saga lo sabe de sobra.

Empecemos por los asuntos de género, si bien es evidente en la mayoría de las películas de la saga que quienes son más visibles son los Caballeros miembros de la Orden Jedi, que estudian, sirven y usan las energías místicas del lado luminoso de la Fuerza, el Alto Consejo Jedi está conformado por doce miembros de diversas especies y sexos. Nunca alguien es más importante, es decir en el Consejo Jedi prevalece la igualdad y la equidad de género.

Para entender en qué términos se dan los vínculos afectivos, es necesario revisar el Código Jedi, aquello que un Jedi debe aprender y comprender para conducirse por el camino al lado luminoso de La Fuerza.

No hay emoción, hay paz.

No hay ignorancia, hay conocimiento.

No hay pasión, hay serenidad.

No hay caos, hay armonía.

No hay muerte, está La Fuerza.

Si desde los vínculos afectivos humanos interpretamos este Código, el enamoramiento, el amor ciego, la “pasión carnal”, los celos, el “azote” con incitación a la venganza por un truene, no tienen cabida entre Jedi, hay quizá quienes podrán decir que la vida afectiva Jedi es aburrida; a mi me parecería que es más bien todo lo contrario, los vínculos afectivos incluyen el amor verdadero y los conflictos entre quienes se aman se resuelven sin violencia entre las partes involucradas (que por si no lo sabían pueden ser más de dos), quien es Jedi no ansía aventuras, ni emociones, ni poder, no ansía el beneficio propio, sino para ganar conocimientos y preservar la vida y la libertad; nunca actúa por odio, ira o agresión, pues son el camino al Lado Oscuro.

Esto nos lleva a las uniones de pareja y la actividad sexual, la relación entre Anakin Skywalker y Padmé Amidala, formalizada en secreto ante la presencia de R2D2 y C-3PO no es la única existente. Aún cuando antes de la Gran Guerra Sith se prohibió mantener vínculos sexuales, por creer que conducían a emociones del lado oscuro, las uniones Jedi no obligaban a la castidad, sin embargo se enseñó que la actividad sexual era un acto innecesario. A pesar de esta restricción, se mantenían relaciones secretas, ya sea con no-Jedi, o dentro de la Orden Jedi, como la de Kit Fisto y Aayla Secura, Qui-Gon Jinn y Tahl, Obi-Wan Kenobi y Siri Tachi, por mencionar las de personajes más conocidos.

Analizar las diferentes formas en las que se expresa la sexualidad en aquella galaxia lejana sería motivo de largos debates y discusiones, en donde tendría que incluirse la trata de mujeres practicada por Jabba the Hutt, las relaciones interraciales o interespecies, la concepción de Anakin Skywalker por efecto de los midiclorianos y ahora de manera más abierta aunque desde episodios anteriores era evidente, las relaciones entre personas del mismo sexo, en fin que George Lucas nos dio temas de análisis para rato y muchos momentos para desear visitar cualquiera de los múltiples universos que ha creado.

“El entrenamiento para convertirse en un Jedi no es un reto fácil, e incluso si lo consigues, es una vida difícil”.

Qui-Gon Jinn (Episodio I; La amenaza fantasma).


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