En ocasiones tomas decisiones que en ese momento piensas que son buenas, y en efecto lo son; sin embargo, el tiempo pasa como dice la canción y resulta que eso que en algún momento fue considerado positivo, no es que se haya tornado negativo, simplemente ya no resuena en nuestro interior; puede ser por diversas situaciones, y eso sólo quien lo experimenta lo sabe. Cuando elegimos algo desde el libre albedrio es muy normal que no consideremos la posibilidad de que esa elección es solamente para el compromiso; es decir, de dos posibilidades de trabajo elijo una y con esa me comprometo, sólo viviendo esa elección puedo saber si fue buena o la otra pintaba mejor; entonces es cuando una persona decide que eso no es para si mismo, que no encuentra ahí lo que pensaba o lo que creía que encontraría; así que vienen miles de preguntas y respuestas a la mente y ésta empieza a jugar un papel preponderante pues quiere saber el porque de haberse comprometido con ese trabajo, esa pareja, esa labor, etc., se lo podría haber ahorrado, y ahora quisiera que en el otro recayera la responsabilidad de decir hasta aquí llegué, y no tener que ser uno mismo quien dé por terminada la relación del tipo que sea.
Nos confundimos porque en efecto el ego cree que debía haber visto eso y entonces no haberse metido en esa empresa, así que se enoja y pueden suceder dos cosas: se culpe, se castigue, se sienta fatal y se deprima; o simplemente que se llene de ira, así que los estados por los se puede atravesar son múltiples y, por decirlo de alguna manera, con esa actitud ni por casualidad se ha resuelto el hecho de poder arreglar la situación por la que se atraviesa.
Mientras no asumas que en el compromiso existe la responsabilidad de tu elección, jamás vas a poder enfrentar el hecho de que eres tú quien lo tiene que resolver.
Terminar con algo que te comprometiste tiene muchos significados, a veces lo haces desde la carencia y por eso sigues en ese lugar, porque piensas que no habrá otro en donde puedas crecer; o haces un convenio desde la tristeza y sientes que si buscas ser feliz en otro sitio, es una deslealtad a quien te abrió las puertas; o haces un acuerdo desde el desamor y sabes que sólo estás por compañía con alguien y no por amor; así que puedes seguir poniendo los pretextos que desees, no obstante que el día que te das cuenta de que eres merecedor de comprometerte contigo mismo, la vida cambia, las puertas se abren, no te lo tomarán a mal porque actuarás desde la conciencia de la libertad y querrás experimentar la alegría con aquello que haces y lo podrás transmitir; desde esa energía las cosas cambian y las oportunidades se multiplican.
El compromiso es contigo, es para que sepas y sientas que puedes hacer eso para ti desde lo más profundo, y que si un día aquello que te animó a dar el paso ya no funciona en tu vida, desde la transparencia lo comuniques. Estoy segura que en ese momento tu vida va a cambiar y no habrá nada que te pueda hacer sentir mal si estás bien contigo mismo.
Que tengas una bendecida semana.