Todos en nuestra vida profesional y personal nos vemos obligados a enfrentar grandes retos y a veces no sabemos cómo identificar lo bueno y cómo afrontar lo que nos hace daño o por lo menos lo que creemos que nos hace daño, porque en realidad esos retos son una oportunidad.
Cada uno de nosotros es forjador de su camino y creador de su misión de vida y es responsabilidad de todos crecer como seres humanos y tomar las riendas de nuestro destino.
A lo largo de nuestra vida, desde que somos pequeños, nos vamos forjando barrotes mentales que nos impiden crecer porque vemos la realidad distorsionada con base en nuestras creencias y la percibimos como queremos, porque de esta manera nos es más cómodo. Así hemos vivido y así hemos funcionado durante años, pero lo que en tu infancia te sirvió tal vez hoy te está estorbando para poder dar ese salto hacia la libertad que te hará vivir pleno y feliz.
No sé cuál sea tu prisión mental, no sé qué tan sólidos son esos barrotes mentales que hoy te impiden crecer, no sé por qué te aferras a no tomar esa llave de la libertad que está justo frene a ti y que, por miedo, decides ver como si tuviera intensas flamas que te quemarán.
Nosotros somos nuestros propios carceleros y nosotros somos nuestros mejores saboteadores pues nos da terror enfrentar esos demonios internos que día a día nos invitan a bailar esa pieza que es interminable y que poco a poco nos va arrastrando hacia un verdadero infierno que es nuestra propia cárcel mental.
Identificar cuáles son esos barrotes es bien duro y se requiere de muchísimo esfuerzo ¿te has preguntado cuales son los tuyos? ¿Vives inmerso en una relación que no te satisface porque te da miedo salir de ella pues piensas que tu vida terminará si la dejas?, ¿te da miedo tomar esa decisión que por fin cambiará el rumbo de tu existencia? O ¿estás tan ciego que no puedes ver que esa venda que llevas en los ojos te la pusiste tú mismo por una supuesta estabilidad?
Lo primero que debes de hacer es un examen y dirigir los reflectores hacia dentro para ser sincero contigo mismo y descubrir cuáles son los barrotes que debes de romper para ser libre.
Todos los seres humanos tendemos a querer estar dentro de nuestra zona de confort porque estar ahí es conocido y lo desconocido asusta, pero es necesario tener valentía y estar dispuesto a hacer una auto análisis para afrontar la realidad y cuando ya lo hayamos hecho es entonces la hora de tener las agallas de tomar las decisiones que nos harán sentir a largo plazo mejor.
Tal vez tus barrotes mentales son una creencia de que debes de estar en esa relación que tanto daño te hace y tal vez ya hiciste todo lo que pudiste para tratar de mejorarla sin resultado alguno, entonces te pregunto: ¿hasta cuándo tendrás el valor de salir de esa prisión a la que tú mismo te has sometido?, ¿hasta qué punto estás dispuesto a perderte por seguir en tu zona de confort? Deja de poner pretextos y actúa.
Liberarte de ti mismo es el mayor regalo que puedas darte en la vida. Yo hace muchos años lo decidí, acepto que fue una tarea ardua y que por ello pagué muchos cheques y muy altos, pero créanme que la recompensa ha sido mayúscula y que no me arrepiento. A veces, he tenido que romper nuevos barrotes pero hoy, después de tanto trabajo soy capaz de identificarlos con mayor rapidez y me es más fácil salir de ellos. Ser libre es un regalo invaluable que atesoro enormemente en mi cofre.
Te invito a que hagas una auto evaluación para que identifiques cuáles son tus barrotes mentales que te tienen aprisionado impidiéndote crecer. Trabaja en derribarlos porque el día que decidas ser libre comenzarás a vivir y dejarás de sobrevivir tu día a día…
Un abrazo de esos que reparan el alma
Con amor,