Tantas cosas están pasando en el mundo, tanta violencia, tan poco respeto por la vida, tan poco respeto por las opiniones, tanta indiferencia ante el sufrimiento o quizá tanta costumbre que creo que hemos o mal acostumbrado a nuestra conciencia o quizá ya ni siquiera nos detenemos a escucharla, Se habla de mucha empatía, de respeto, de tolerancia pero se debe empezar por generar en niños esa parte que te detiene o te lleva a darle una segunda pensada a las cosas, ese famoso “pepe grillo” que Pinocho tenía, ese que lo acompañaba y que en ocasiones le estorba pero que en la mayoría de ellas por lo menos le ayudaba en alguna toma de decisiones.
Creo que ahora muchas de nuestras decisiones son fruto de la inmediatez acompañada por esa “búsqueda de la propia felicidad personal” sin importarnos si a nuestro alrededor se sufre, se llora o lastimamos a alguien, con esto no quiero decir que vivamos acongojándonos por tantas penas que hay a nuestro alrededor pero es necesario enseñar y formar a los niños en escuchar a su conciencia, en pensar no solo en ese beneficio personal que le genera realizar tal o cual cosa, es necesario que hoy todos seamos capaces de pensar en el otro, de olvidarnos un poco del egocentrismo para vivir en sociedad, de dejar de pensar en la inmediatez y placer momentáneo para vivir también la consecuencia, es necesario también caerse para que aprender a levantarse.
Hemos olvidado trabajar en la conciencia de los niños y esto los ha vuelto incapaces de reflexionar sobre si sus decisiones solo les afectan a ellos o a alguien más y todo es un círculo vicioso, los niños de hoy reciben lo que quieren en cuanto lo piden y si no lo hacen se sienten frustrados y no saben manejarlo, por lo que creen que es obligación de los padres darles lo que piden en cuanto lo pidan (y esto fue culpa de nosotros no de los niños). Los niños son compasivos, sensibles y logran ser empáticos y tolerantes en la mediada en que nosotros favorecemos momentos, situaciones y ejemplos que los hacen comprenderlo, por supuesto que es una tarea como educadores y padres trabajar en ello y seguramente los niños responderán.
La conciencia es NECESARIA, y creo que nosotros los padres estamos confiando en la educación que nos dieron a nosotros, pero esa educación fue producto de mucho ejemplo, mucho trabajo y mucho compromiso de parte de nuestros padres para con nosotros y no se transmite por “osmosis”, debemos transmitirla y enseñarla, quizá muchas de las formas en que lo hacemos puedan cambiar porque los tiempos han cambiado pero el fondo no, el hacer de nuestros hijos personas conscientes les servirá a ellos más que a nadie, el que sean capaces de pensar antes de actuar, el que sepan que a toda acción hay una reacción, enseñarlos a ser responsables desde pequeños los hará mucho más conscientes y forma parte de ir conociéndose.
La información la encontramos a manos llenas en muchas plataformas lo que nos falta es trabajar en formar y eso sin duda no se encuentra en ningún dispositivo, eso se encuentra cara a cara entre seres humanos.
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