El poder del «no»: «No puedo seguir» o «No, puedo seguir», tú decides ¿No nos compras la idea? Síguenos y logra mejores resultados con mayor disfrute de tu parte. No sólo la onda de estas frases radica en la coma que va antes o después, dependiendo de la connotación o tono que se le quiera dar, si no de la actitud de la persona que haga uso de ella en su vida cotidiana, a través de una claridad mental en relación a lo que quiere tanto dentro como fuera de su vida.
El poder del «no» en tu vida
¿Eh?
Esta onda de las elecciones es como el Museo del Papalote, donde “tocas, juegas y aprendes”, aunque en relación a tus decisiones: ¿qué quieres en realidad en tu vida? ¿a qué le das entrada cuando no paras de decir que sí a todo?, de eso va un mucho esta serie de ideas.
En su libro “Esencialismo”, el bloggero y conferencista Greg McKeown, nos habla justo de lo valioso que es nuestro tiempo y de las formas en las que podemos administrarlo.
En relación con el poder del “no”, el concepto de McKeown va muy de la mano, ya que aunque no lo menciona como tal y de manera directa en su libro, asumir qué se quiero y a qué está se dispuest@ o no en mi vida, define los caminos que uno se puede abrir o cerrar en su vida.
Toma decisiones
Si alguna vez tuviste ganas de crecer y ser un adulto (o no), la ventaja de este show es que se tiene el poder de decidir hacia dónde “#$”#$!#!! quieres ir, poder en el que nadie de los nadies tiene por qué meter cuchara ¿capiche?
Sé consciente de tu power
Dentro de la gran o corta lista de posibilidades de elección que tengas en tu vida, tu siempre serás él o la responsable de crear las oportunidades para progresar y claro, hasta para equivocarte.
Ponte buz@
A través de “Esencialismo” Greg McKeown recomienda distinguir qué es lo que tiene importancia en tu vida y qué no. ¿Suena súper fácil, cierto? ¡Tenga!
A veces es justo en este punto donde nos llenamos de tareas y responsabilidades -sí, en ése en el que el “no”, se pierde en algún momento de tu vida-, y terminamos sufriendo de lo peor.
No hay tos, ahora que ya lo tienes identificado, dale punch a lo mero básico que es la exploración de tus necesidades, aptitudes y disposición para enfrentar las tareas a las que les estás dando “like”.
Juega muuuuucho!
¿A qué va esto? Sí, ya sabemos que justo lo que no tienes es tiempo de ponerte a hacer más cosas gracias a que no sabes decir que “no” a casi ¡nada!, pero si te conoces bien, un buen camino para hacerlo aún mejor y de manera más profunda, es el juego.
Un poco de tontería ocasional es algo que valoran los hombres más sabios – Roald Dahl.
Libérate de lo que hace de tu día una rutina, en especial de las cosas más triviales que te quitan el tiempo y las ganas de hacer más cosas, como lo puede ser pasar mucho tiempo en las redes sociales, postergar actividades en las que en verdad te gustaría enrolarte o administrar a buena hora tus tiempos para que tengas tiempo de jugar.
El juego abre nuestra mente y nuestras opciones; es un gran remedio contra el estrés, que elimina la creatividad; los experimentos mentales, invitan a la mente a jugar. – Greg McKeown
Jugar siempre ha sido parte de tu vida, desde niño, así aprendiste a hacer muchas cosas y de nuevo, a través del juego, puedes volver a tí, sin olvidar al sacrosanto “no” cuando sea necesario. DEja que el poder del «no» haga reacción en tu vida, no digas sí a todo y piensa más de dos veces en lo que te conviene y lo que no…
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