Elige las batallas con tus hijos

Ximena Sandino

Ximena SandinoPlaticando con una de mis amigas, surgió el tema de nuestra continua frustración como madres: «no me hace caso», «soy pésima mamá», «nada me funciona con mis hijos», etcétera. Es muy común sentirnos totalmente incompetentes ante la difícil tarea de ser mamá, cuando nuestras madres nos controlaban con una mirada fija de terror, que nos hacía temblar y «obedecer» al instante.  El punto es que nuestros hijos son muy diferentes y el estilo de crianza también.

Aquí les dejo algunos puntos que, en mi opinión, les servirán a nuestros hijos para toda su vida:

 1.- Toma de decisiones.

No es que vamos a dejar a nuestros hijos hacer lo que quieran, al contrario, siempre dale una opción para que asuma las consecuencias, «puedes elegir helado de limón o de fresa» y aunque el niño haya querido de limón es posible que después diga que ahora prefiere el de fresa, es ahí donde tenemos que mantenernos  y no darle el otro que pidió.

Lo relevante de esto es saber lo que vamos a preguntar y siempre que  demos opciones no deben de ser más de tres.

Preguntamos: ¿qué quieres cenar? Seguramente la respuesta serán dulces, es ahí donde deberíamos preguntar: ¿qué prefieres cenar: quesadillas o fruta? Con el tiempo ellos aprenderán a tomar decisiones más complejas y asumir las consecuencias de dicha decisión.

2.- Resolución de conflictos.

A nosotros como adultos los problemas de los hijos nos da gracia, o no le damos el interés que ellos le dan, y en ese momento para ellos es vital resolver. Primero ayúdalo a identificar la diferencia entre los problemas y los hechos. (El problema se resuelve y los hechos se asumen). Después pídele que te dé sugerencias de resolución y al mismo tiempo estará tomando una decisión. Y lo más importante, escúchalo y no lo juzgues en el momento ya que cerrarás un canal de comunicación que después será complicado de abrir. No olvidemos tomar en cuenta la edad de nuestros hijos en todo momento.

3.- Empatía.

Es la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, intentar comprenderla y sentir lo mismo que ella. Los hijos aprenden de nuestro ejemplo. Si nosotros como adultos  prestamos atención a las cosas que les ocurren, les damos importancia, haremos que sean mucho más empáticos con los demás.

La escuela se convierte en una situación cotidiana para el aprendizaje de la empatía.  Esto es de los puntos más complejos, pero de los más importantes; se logra con pequeñas situaciones como: «apaga la luz porque tu hermano sigue dormido» «mamá esta cansada por favor no grites». Tenemos que sensibilizarlos a la sociedad y su entorno.

4.- Valores.

Este concepto engloba cuestiones que tendrán que ver con las creencias de cada familia, pero sabemos los que son universales y sólo hay una manera de inculcarlos: por medio del ejemplo NO HAY DE OTRA. Por último, la decisión de buscar un colegio que fomente la independencia, habilidades del pensamiento, trabajo en equipo, pensamiento estratégico, inteligencia emocional e invocación. Un modelo educativo aunado a nuestra educación como padres será el mejor blindaje para nuestros hijos.

Recuerda no desencadenar una lucha de poder  por algo que no merece la pena. Ten claro lo que de verdad importa, deja que las consecuencias naturales le enseñen por ti. Elige un criterio para las batallas con tus hijos para que cuando te enfrentes a una que valga la pena, tu hijo entienda que esa que has escogido tiene trascendencia especial en su vida y así te va a escuchar.

Ximena Sandino

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