¿Has vivido alguna experiencia que creíste que quizás era lo peor que te pudiera haber pasado y luego te diste cuenta de que en realidad fue lo mejor? ¿Qué cambió? Pues bien, una vez más las creencias juegan un papel importante en estas situaciones.
En nuestra mente se ha ido instalando un sistema de creencias en donde infinitas creencias se van interconectando para construir tu estructura mental. Así, que en esta estructura mental hay creencias muy profundas y otras que son más superficiales. ¿En qué se diferencian?
Por un lado, las creencias profundamente instaladas son las que se conocen como certezas o creencias firmes. O bien, podríamos llamarlas creencias raíz porque por más que otra persona te diga lo contrario, esta creencia seguirá siendo igual de profunda y tú no la vas a cambiar. En cambio, en cuanto a las otras creencias que son más superficiales, tú puedes decidir cambiarlas fácilmente con un argumento o una experiencia.
¿Qué pasaría si, conscientemente, instalaras en tu mente una creencia raíz empoderadora? Por ejemplo, una creencia muy útil es: “absolutamente todo lo que sucede en mi vida es para mi bienestar”. Con esta firme certeza, se abren las posibilidades para que direcciones tu vida y enfoques toda tu energía hacia tu bienestar.
Por ejemplo, Iván que, a los 51 años, fue despedido de repente después de haber trabajado más de veinte años en la misma empresa. Hubiera podido concentrarse en pensar que fue culpa del jefe o que la situación laboral está muy difícil y que por su edad ya no conseguiría nada. En un principio, el despido se pudiera ver como algo negativo, pero no es así. Gracias a la certeza de que “absolutamente todo lo que sucede en mi vida es para mi bienestar”, le dió la guía a su mente para que se enfocara en que el despido fue porque algo mejor está llegando. De esta manera, enfoca todos sus esfuerzos y energía en esto y es más fácil ver diferentes opciones.
Después de varios aprendizajes, Ivan comprendió para qué vivió esa experiencia, para qué salió de esa forma de la empresa. La razón fue que lo esperaba un proceso de emprendimiento maravilloso que le permitió cumplir su propósito de vida.
He ahí la importancia de generar conscientemente creencias raíz empoderadoras. No se trata de algo que se queda solo en la mente, sino que te ayuda a enfocarte en desarrollar acciones que, efectivamente, te lleven por un mejor camino y te permitan ver las puertas que se abren frente a ti. ¿Y tú, qué creencias raíz empoderadoras estas instalando hoy, conscientemente, en tu mente.