«Mi decisión, Mi cuerpo, Mi bebé» es el lema de una campaña que tiene como objetivo el promover el parto respetado.
La intención de esta iniciativa, es informar y empoderar a las mujeres para que sepan que ellas pueden decidir el lugar y la manera en la que desean que nazcan sus bebés.
Porque muchas personas creen que todos los bebés deben nacer en un hospital, con la mamá recostada en una plancha de quirófano, gritando del dolor y pujando fuertemente cuando le indiquen, viendo a su bebé cuando se lo muestran de lejitos, dándole un beso al momento que se lo llevan al cunero, y esperando que se lo “presten” cada tres horas para darle de comer durante el día, porque durante la noche se queda en cunero por norma del hospital, y para que mamá “pueda descansar”.…
O porque muchas otras piensan que si programan una cesárea por gusto, pueden acomodar mejor su agenda, ( a muchos médicos les conviene esto también), evitarse el dolor y sufrimiento del parto, y de paso evitarle un sufrimiento al bebé.
Estas son dos opciones, quizás las mas comunes hoy en día, pero no son las únicas y distan mucho de ser naturales y benéficas para la salud de mamás y bebés. Así que si estás embarazada, o conoces a alguien querid@ que esté en esta etapa, queremos compartirte que existen más formas de vivir el nacimiento de los bebés:
Nacer en casa. ¿QUÉ? , sí, en casa. Como les tocó a nuestras bisabuelas y quizás a algunas abuelas. Con parteras (profesionales, experimentadas), y acompañada de la o las personas que tu elijas. En tu ambiente, conocido, relajada, sin prisas, y sobre todo sin interrupciones innecesarias (no llegarán a preguntarte muchas veces lo mismo, tus datos, tus antecedentes, tus alergias, tu fecha de última regla, y hasta el inicio de tu vida sexual ¡delante de tu esposo y en plena contracción! ( créanme que lo he visto) )
Las mujeres que dan a luz en casa, tienen libertad de movimiento, pueden caminar, recostarse, mecerse, bailar, entrar a la regadera o tina, comer, tomar líquidos, es decir, seguir lo que su cuerpo y su bebé les van pidiendo. Todo esto les permite gozar el trabajo de parto en vez de sufrirlo, y vivir el proceso con la intimidad que se requiere. ( Dar a luz tiene mucho en común con hacer el amor; para que fluyan adecuadamente ambos procesos se requiere calidez, intimidad, tranquilidad, luz tenue, confianza).
Además de que al nacer, a tu bebé no se lo llevan a ningún lado, así que puedes admirarlo todo el tiempo que desees, recibirlo, cantarle, olerlo, besarlo, abrazarlo, ponerlo en tu pecho e iniciar a amantarlo en la primera hora de vida. Lo cual te facilita muchísimo el camino en lo que a lactancia se refiere.
Elegir un médico y un hospital que atienda los nacimientos de manera humanizada. Hasta suena raro que haya que pedir esto, pero como ya mencionamos que no es lo más común, si deseas vivir el nacimiento de tu bebé de manera diferente y respetada, debes buscar una atención diferente. Es como desear comer comida vietnamita, para lograrlo hay que buscar un restaurante donde sean especialistas en comida vietnamita…. Quizás la señora de la fonda que tanto quieres y te quiere, te ofrece prepararte tu antojo, pero por mucho que se esmere, sabes que ella no es vietnamita, no está acostumbrada a preparar esa comida, no la sabe hacer porque no la practica y por lo tanto no vivirás con ella la experiencia de una auténtica comida vietnamita. Lo mismo ocurre en la atención del parto. Debes buscar al profesional que atienda de la manera que tu deseas y esperas.
Un nacimiento humanizado es aquel en donde respetan el progreso de tu trabajo de parto, no lo apresuran sin justificación, no te ponen sueros o medicamentos sólo por rutina, no te prohíben comer o beber, puedes estar acompañada de la o las personas que tu elijas, moverte como tu cuerpo te lo pida y dar a luz en la posición que mejor te acomode. Tus opiniones son escuchadas y tomadas en cuenta. Tú eres la protagonista de este evento.
En un nacimiento humanizado tu bebé llega al mundo de un manera pacífica, es colocado inmediatamente en tu pecho y no se lo llevan lejos de ti. ( Hablo de nacimiento humanizado porque no sólo los partos pueden serlo, también existen las cesáreas humanizadas)
Pocos hospitales lo entienden y lo permiten. Pocos médicos también. ¡Pero en México sí existen! Si deseas conocer más detalles, te sugiero tomes un curso de preparación para el nacimiento, donde ahondarás mucho mas en este y otros temas. Para que puedas decidir libremente el tipo de atención que deseas para ese momento único en la vida y tan especial, así como reflexionar y elegir informada y responsablemente el tipo de crianza, cuidados y alimentación de tu bebé.
Recuerda, es tu decisión, es tu cuerpo, es tu bebé.