No, la ropa y los zapatos no es una de las cosas en las que las mujeres estamos usando nuestro dinero hoy en día. Este mito sobre la debilidad del sexo femenino por este tipo de productos cada vez está más alejado de la realidad, actualmente las mujeres tenemos metas de todo tipo, laborales, familiares, financieras, y es en esto en lo que estamos gastando nuestro dinero.
Gracias a que la educación financiera es un tema que ha comenzado a hablarse con más apertura, las mujeres, como líderes natas que somos, hemos decidido aprovechar todas las herramientas a nuestro alcance, así que hoy el 48% de las mujeres que trabamos, dedicamos una cantidad mensual al ahorro (según datos de la encuesta Ahorro y Futuro, Amafore feb 2019). A pesar de que este porcentaje es menor al de los hombres que ahorran mensualmente (55%), el número de mujeres que ya tienen esta disciplina va en aumento cada año y eso hay que celebrarlo.
Pero ¿para qué ahorramos las mujeres?
Tomando en cuenta que, en la actualidad, las mujeres tenemos diversos roles, como el de ser la principal fuente de ingresos en una familia, creadoras de empresas o dueñas de bienes raíces, las razones para ahorrar sobran. Por ejemplo, las mujeres que son mamás están familiarizadas con los planes de ahorro para la educación de los hijos a futuro, pero una de las metas con las que más me he encontrado recientemente, entre las mujeres que conozco, es la de ser económicamente independientes.
Ya sea que seamos solteras, estemos casadas o seamos parte de una de las múltiples formas de familias que existen hoy en día, el no depender del ingreso de una pareja o familiar ya es una idea que ronda la cabeza de más de una. Una de las formas en la que las mujeres buscamos esta meta, es través de la educación en temas financieros.
Atrás quedaron los tiempos en los que una mujer no entendía cómo funciona una tarjeta de crédito, hoy, no solo lo entendemos, sino que hacemos uso de ellas con gran destreza y responsabilidad, ya que conocemos las implicaciones de realizar pagos mínimos, entendemos la diferencia entre cómo los intereses nos pueden afectar en una deuda o nos pueden beneficiar al invertir.
Entonces, tomando en cuenta que las mujeres ya tenemos claro que la educación financiera es clave para lograr nuestras metas financieras, ¿en qué deberíamos estar invirtiendo las mujeres?
Aquí hay algunas sugerencias que hoy, ya son la realidad en la que muchas mujeres viven. Fondos de emergencia, equivalentes a por lo menos 6 meses de nuestros gastos fijos mensuales, educación a futuro para los hijos, comprar algún bien inmueble, la jubilación, un negocio que nos permita tener ingresos extras o que sea nuestra principal fuente de ingresos, sin olvidar ese viaje con el que soñamos, ya sea solas o acompañadas.
En años recientes se han creado diversos productos enfocados en las necesidades de las mujeres para ahorro, inversión, seguros y mujeres emprendedoras, por ejemplo:
- “Tarjeta de Crédito Mujer” de Banorte
- Crédito hipotecario “Equipa tu casa” de Banco Compartamos
- Crédito para negocios “Mujeres Pyme” del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres)
- Crédito personal “Tu crédito mujer” de Banco Compartamos
- Seguro de vida “Inburcáncer Mujer” de la aseguradora HDI
“No te dejes intimidar por lo que no sabes. La ignorancia puede ser tu mayor fortaleza y la llave para hacer las cosas de manera diferente a los demás”. Sara Blakely, fundadora de Spanx
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