Pero en qué momento se me fue el año, si estaba a punto de empezar la dieta. Y el gimnasio se está haciendo rico con mis inscripciones aunque nunca use las instalaciones. ¿Y el amor de mi vida? Ni tiempo me dió de salir a buscarlo, a qué hora con tanta preocupación.
Y a ti, ¿En qué se te fue el año?
Cuando llega el fin de año hay quienes lo ven como un año más y hay quienes lo ven como un año menos. El eterno conflicto del vaso medio lleno o el vaso medio vacío.
Si lo vemos como un año más es como cargar un costal lleno de años que nos pesan y sentir que se nos está acabando el tiempo. Ahora que, si lo vemos como un año menos nos daremos cuenta que solo contamos con lo que viene después. Y créeme, ni tú, ni yo, ni el tarot, ni la bola de cristal saben cuántos años tendremos por delante.
El tiempo es un tesoro invaluable que perdemos cuando no vivimos el momento presente. Hay quienes añoran o sufren por aquello que hubo o no hubo en el pasado y ese es tiempo perdido. El pasado es para recordarlo como un gran maestro del cual debemos aprender, no para poner una tienda de campaña y quedarnos a vivir ahí.
Hay quienes viven preocupados por el futuro. ¿Qué pasará, habrá guerra, se acabará este mundo, me casaré, me divorciaré, me pondrá el cuerno? No, bueno. Si vivir en el pasado es perder el tiempo, vivir en el futuro es una perdida desgastante y una gran mentira porque el 90% de las cosas que nos preocupan nunca suceden. Y esos sueños guajiros de me sacaré la lotería o encontraré un tesoro son pura ilusión. Se vale soñar pero “a Dios rogando y con el mazo dando” como dice el dicho.
La mejor forma de vivir la vida es como esa frase de los Alcohólicos Anónimos: “Solo por hoy”. El pasado es nuestra mejor escuela de la cual debemos aprender y empezar a vivir en consciencia para construir buenos recuerdos, porque eso es el pasado, recuerdos. Y por supuesto trabajar consistentemente en el presente donde estas construyendo el futuro. Recuerda, cada día construyes futuro.
Vivir Sólo por Hoy es lo mismo que vivir Aquí y Ahora. Cada momento es un regalo que se va a ir. No lo podemos guardar en una cajita para después. Así que lo que nos queda por hacer es valorar, actuar y agradecer. Cada mañana agradece el nuevo día, nublado, soleado, brumoso como sea pero es el día que tienes. Cada día agradece tu capacidad de ver, de oír, de hablar, de oler, de sentir y de vivir. Cada día valora y abraza a tus seres queridos, tu familia, tus amigos, tu pareja.
Cada día pregúntate: ¿Este paso que estoy dando me acerca al destino que quiero vivir? O estoy perdiendo un valioso día de mi hermosa vida.
Cuando alguien te da un regalo también se dice que te dieron un Presente. Eso es el presente…. Un regalo.