¿Alguna vez te has preguntado cuál es tu verdadera pareja perfecta? Esta pregunta tiene varios trucos, para empezar, no existen parejas perfectas entendidas como aquella persona que tiene absolutamente todo, que no tiene errores, que nunca se equivoca, que te da absolutamente todo lo que tu quiere… Me encantaría decirles que, si existen este tipo de parejas, pero en realidad no, pero lo que si existen son parejas perfectas para ti. Es decir, muchas veces tenemos una idea con la que hemos crecido de cómo tendría que ser mi pareja ideal, generalmente esta idea tiene si cosas que a mi me gustan de una pareja, pero en su mayoría son cosas que socialmente nos han dicho y enseñado que debe de tener esa persona con la que queramos estar.
Por poner ejemplos muy comunes y estereotípicos, la pareja ideal debe ser físicamente atractiva, trabajadora, amorosa, que te trate siempre bien, respetuosa, que quiera crecer y superarse, que económicamente le vaya bien, que además sepa comunicarse, leer mentes, sea detallista, sepa como cuidarte… A veces inclusive las expectativas son materiales, es decir, que tenga un buen trabajo, que tenga coche, que tenga estudios, no importa si eres hombre o mujer, existen distintas expectativas en función de la pareja.
Entonces, ¿Cómo sé que tipo de pareja quiero? Existen dos partes indispensables para poder contestarte esta pregunta; la primera respuesta tiene que ver con una bonita cosa que se llama: dudar. Dudar es un estado en el cual nos cuestionamos en realidad que es eso que me gusta de una persona, que es eso que es sumamente importante para mí en una relación, es muy común que ni siquiera dudemos porque estamos acostumbrados y estamos llenos de seguridades y en el momento en el que se me pone una posible pareja enfrente, la vemos a través de los filtros, creencias y expectativas que hemos ido construyendo a lo largo de nuestra vida.
Dudar es importante porque si dudamos quizá nos damos cuenta de lo que en realidad quiero yo, no lo “que creo” que quiero, no lo que la sociedad espera de mí ni mi familia, simplemente que quiero yo. Por ejemplo, quizá tengo la idea que para mí es sumamente importante e indispensable que la pareja con la que yo salga tenga coche, porque eso es lo que en mi contexto me enseñaron que era importante, pero en realidad si dudo y si auténticamente me lo pregunto a mi mismo, quizá me doy cuenta que para mi no es tan importante, que inclusive no tengo ningún problema con eso y es ahí donde verdaderamente empiezo a darme cuenta que quiero de una pareja.
El siguiente pasito es ¡Probar! Es muy probable que yo no sepa que quiero en una pareja sino voy y salgo y pruebo, muchas veces en nuestra cabeza e imaginación pareciera que está muy claro que es eso que me gusta sin embargo en la realidad las cosas son distintas. Sal, experimenta, ve y siente que cosas si te gustan y que cosas no te gustan de una pareja para entonces ir construyendo esa relación que te gusta a ti y solo a ti.
Ir por la pareja perfecta para ti es un camino, paciencia, nos vamos a equivocar y se vale, solamente así iremos descubriendo eso que quiero para mi vida.
¡Nos leemos la próxima!
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