Se le llama sombra al arquetipo, a ciertas formas o modelos, ideas o conocimientos del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad. Estos arquetipos tienen gran influencia en nuestra estructura, en nuestro hacer de cada día, de sentir y de pensar.
La sombra, son esos aspectos que todos los seres humanos tenemos y que contienen elementos que el individuo considera negativos. Sería una especie de álter ego, es como ese otro yo que todos tenemos dentro y que contiene elementos en su personalidad que no nos gusta y hasta nos molesta. Estoy seguro que todos podrán recordar alguna película o dibujo animado en el que a un individuo se le aparecen un angelito y un diablillo. La sombra sería ese diablillo que siempre te hace ver el lado negativo de las cosas, que te da malos consejos y que te impulsa a hacer cosas inadecuadas.
La sombra siempre es una manifestación de tu inconsciente; sale a relucir sin que te des cuenta y se presenta fuera de tu control, es una manifestación de tu lado obscuro, es por eso que se le ha denominado la sombra.
Si la sombra se mantiene ahí en tu interior, sin que te des cuenta de ella y sin que hagas nada para transformarla, tu vida transcurrirá sin crecimiento ni mejora, serás un ser humano común y primitivo al que solo le interesa cubrir sus necesidades básicas como comer, dormir, tener sexo e ir al baño. Desgraciadamente la gran mayoría de las personas van a morir sin nunca haber reconocido y vencido su sombra.
Para la evolución humana, la vida se divide en dos grandes etapas:
Durante la primera, el trabajo es formar nuestra personalidad y al hacerlo descubriremos que sin darnos cuenta vamos tomando formas de pensar y de actuar de nuestros antecesores, es por eso que ciertos aspectos de la personalidad, parecieran maldiciones familiares que van pasando de generación tras generación; el niño golpeado, crece y se convierte en un padre golpeador que se odia por serlo; el niño violado, crece y se convierte en un adulto que abusa sexualmente de niños; el niño que sufre por las humillaciones y falta de atención y cariño de su padre, cuando crece y tiene hijos se comporta exactamente igual que su padre.
En la segunda etapa, el individuo tiene la misión de reconocer sus sombras, enfrentarlas y superarlas. En algunas tradiciones a esto le llaman “El viaje del héroe”, este es el viaje descrito por el gran Dante en su obra maestra “La Divina Comedia”, en la cual durante la crisis de la mediana edad, el mismo Dante desciende al infierno y lo atraviesa, ese infierno que vive en el interior de todo ser humano, ese mismo que Santa Teresa llamó «La noche obscura del alma», después pasa por el purgatorio y por último llega al paraíso. Es un viaje de transformación, un proceso de transmutación por la cual todos deberíamos de pasar, en el cual el hombre desciende a su sombra, la enfrenta y la convierte en luz. Esta maravilla de obra está escrita por este grandioso escritor en diferentes niveles, desde el superficial hasta el profundo, por lo cual personas con distintos niveles de conciencia entenderán mensajes diferentes; habrá quien solo la disfrute como una novela en la cual se cuenta la historia de un viaje, o el lector con conocimientos iniciáticos que encontrará en ella grandes y profundas enseñanzas.
Si tú deseas pasar por la transición de la primera a la segunda etapa, para dejar de ser un proyecto y convertirte en un verdadero ser humano, es esencial que comiences por reconocer tu sombra, dejar de evadirte y verte no como te gustaría ser, ni una visión maquillada y distorsionada de ti mismo; sino realmente como eres, con toda la basura, heridas y demonios que hay en tu interior. Si deseas que toda la estupidez que ha llegado a ti como en cascada de generación en generación termine y muera contigo para dejar de heredar toda esta energía putrefacta, tienes que convertirte en un (a) valiente guerrero (a) y enfrentarte directamente a tu sombra.
Por otro lado, si decides continuar viviendo como hasta ahora, repitiendo tus viejos patrones, permitiendo que tu sombra te absorba, lo único que vas a encontrar a la larga es un vacío, un sin sentido total en tu vida.
Quizá te preguntes: ¿Si la sombra vive oculta en la falta de luz del inconsciente, entonces cómo descubrirla para después enfrentarla? La respuesta nos la han dando desde hace miles de años grandes maestros como el Buda. Esas partes obscuras que nos atormentan en lo más profundo de nuestro ser y que se mantienen frenando nuestro desarrollo, de manera inconsciente las proyectamos en la gente con la que convivimos. Lo que tú no aceptas, ni te gusta de ti mismo y que te has negado a ver, lo ves reflejado en los comportamientos de los demás. Esto no significa que todo lo que no te guste o que criticas de la personalidad o el comportamiento de alguien sea una sombra en ti. Una sombra sería cuando ese razgo en la personalidad de alguien o en su comportamiento, produzca una reacción en ti que se sale de tu control, es cuando no puedes explicar de manera consciente por que no soportas a esa persona, cuando un cierto comportamiento de alguien te produce un rechazo incontrolable, entonces sabes que justo ahí hay una sombra. Y es así como las personas con las que convivimos se convierten en nuestros espejos, en los cuales vemos reflejado precisamente eso en lo que tenemos que trabajar en nuestro interior.
Por todo esto, te invito a ser valiente y decidirte a descubrir y enfrentar a tus sombras.
Por Armando Franco