En 2005 fue un momento muy raro en mi vida. me encontraba estudiando, terminando mi carrera y al mismo tiempo tenía una banda con muchos planes y conciertos en puerta. Una novia complicada y como siempre, poco tiempo para hacer todo lo que mi mente insaciable necesitaba.
Nublado de inspiración, algo deprimido, tanto que no podía disfrutar lo que me estaba pasando, no podía vivir el presente en plenitud, me bajaba de conciertos y en camerinos, me sentía en una mala película de un gran director, todo en slow motion.
Vacío por dentro
Estaba viviendo en una fiesta diaria y yo me mantenía aislado en mi mente.
Vi que existía la oportunidad de terminar mi carrera en otra parte del mundo. Al día siguiente apliqué, me aceptaron, me fui.
Era momento de comerme al mundo, en vez de soñarlo, y así inspirarme de nuevo para poder seguir creando. En diciembre dije: ¡Tíos, ahí les voy!
La última vez que estuve en España, me quedé en el Hostal Madrid. Mi cuarto era la habitación #5, la última al fondo del pasillo. Gozaba de algunos lujos: ventanas a la calle, cama individual privada, pero sobre todo tenía espacio suficiente para estar cómodo. En mi mente solo daba vueltas una preocupación: tenía que encontrar donde vivir URGENTE.
Transcurría el día dos en Madrid. Como acostumbro suelo terminarme cualquier ciudad que visito caminando. Camino hasta que los pies me lo permitan. Esta vez llegué hasta la universidad donde estudiaría, que estaba a 30 minutos caminado, aproveché la vuelta y me inmiscuí en los dormitorios (ya que eran una opción para vivir).
Tenía el contacto de varios colegas músicos españoles y les caí a su dormitorio, entré y vi una escena de «American Pie»- fiesta, alcohol, drogas, etc…
Van a pensar que soy él más fresa y si, pero salí corriendo de ahí. Venía huyendo justo de eso.
Quizá algo positivo en esto que me ha dejado el ambiente de la música, es saberme bien la fiesta, misma que me dio un trancazo a muy temprana edad y la razón por la cual dije adiós.
A las 5:30 pm caminé por la Avenida de la Memoria y seguí el ruido de música, batería, bajo, guitarrazos.
Las ondas sonoras tomaron el timón de mi caminata. Mi reloj marcaba las 6:30 p.m, cuando llegué a plaza Mayor; había un festival de bandas Españolas (en la siguiente columna les contaré a quien conocí en ese festival unos años después) pero ese día me senté en la esquina de una fuente, y mientras esperaba a que alguien tocara, vi a lo lejos a una mujer tocando una guitarra cantando y me acerqué, ella en catarsis total, cantando una canción que desconocía en notas menores, pero tan hermosa que me envolvió.
Saqué mi cámara y a lo lejos la comencé a fotografiar. Después del tercer disparo mis mejillas sin avisar se llenaron de lágrimas, y es que es muy duro llorar sin saber porque, es más duro creer que estás loco por no poder entenderte, peor aún, esto me pasaba seguido y me hacía sentir muy solo. De pronto comenzó a nevar y mientras el ruido de la ciudad se fundía con el la guitarra de la chica y el silencio de la nieve al caer, entendí lo inmensamente sensible que soy, entendí que habemos algunos que venimos al mundo a consumir y otros a crear.
Regresé al hotel hecho un trapo viejo. En mi cabeza solo podía darlo todo por perdido y que la vida hiciese conmigo lo que le viniese en gana. Sentía que fue un enorme error huir de mi vida en México.
En mi cuarto, después de horas de dar vueltas, lleno de ansiedad me dieron las 2 am decidí tomar un riesgo. Tomé un mapa de Europa y con un plumón negro seleccioné el destino de que me depararía por el próximo año.
Viaje y viví, conocí nuevas culturas, tradiciones y costumbres, gente nueva, diferente y asombrosa. Me deje llevar, le dije si a la vida, me valió madre, ¡disfruté!
Cada fin de semana, salía a conocer pueblos distintos, me contacté con gente igual de apasionada que yo, descubrí como canalizar esta sensibilidad en arte y comunicación.
La igualdad de condiciones viajando, me sirvió para darme cuenta lo minúsculo que somos en este enorme planeta y me di cuenta que la razón por la cual no disfrutaba de nada era porque perdí la capacidad de asombro. Mi ambiente y rutina me cegaron.
Por estar complaciendo a los demás me perdí a mí. Por suerte fue una experiencia increíble, el salir de «lo normal» me hizo conocerme a mí mismo a través del contraste. Empecé a hacer cosas que no acostumbraba, y vi partes de mí que desconocía.
Poco a poco me di cuenta que había adquirido una visión más amplia de mí mismo, y cuando estaba a solas aprendí a escucharme de verdad, entendí la virtud de la soledad.
La soledad para algunos es la oportunidad de encontrar algo de calma y tranquilidad, pero para otros (quizás para la mayoría) es el temor de enfrentarse consigo mismos y de correr el riesgo de que no les guste lo que encontrarán en su interior.
Existen personas que enfrentan la soledad como algo transitorio en sus vidas, cuando en realidad aprender a estar solos, es tan sano como estar acompañado toda tu vida.
La soledad en muchos casos, es un estado necesario para poder establecer un nuevo orden, un nuevo camino. Lo hermoso es poder recurrir a ella siempre, es un súper poder que todos podemos tener.
Para ser héroe de tu propia historia hay que recordar que no siempre somos el personaje principal para los demás, pero si somos el personaje principal de nuestras vidas.
Las brújulas del sentido de la vida se encuentran dentro de uno. Problemas siempre va a haber, y tenemos que estar preparados para lo peor haciendo lo mejor. Así es la vida, así somos todos nosotros.
Todos deseamos triunfar en diversos aspectos de nuestra vida. La perseverancia es un factor fundamental para lograrlo: Pero no siempre es tan fácil mantener la actitud adecuada. El fracaso también juega un papel muy importante a la hora de lograr el triunfo.
Es por eso que me gustaría ayudarte y enseñarte estos 8 puntos que te ayudarán a entenderte mejor.
- Dedica tiempo a conocerte quitándote tus máscaras.La gran mayoría de los humanos no le dedicamos tiempo a conocernos. Nunca nos enseñaron a hacer pausas, meditar, escucharnos, y así entender sobre nosotros mismos. Tenemos una amplia habilidad para pasar por alto nuestros problemas, usamos máscaras que oculten nuestra realidad, por eso es muy importante enfrentarte, dejarte sentir y no evitar la soledad de ciertos momentos incómodos y quédate cara a cara con el dolor. Esto nos hace replantearnos las cosas y madurar. Cuando no te conoces no sabes quién eres y por lo tanto, en la mayoría de los casos, te creas una máscara adaptada a los gustos de los demás para ser socialmente aceptado. «Tarde o temprano, con las dificultades de la vida acabas notándote artificial. Haciendo cosas que realmente no quieres, teniendo reacciones que no van contigo y pasando el tiempo con personas que no te transmiten lo más mínimo.»
- Yo estuve ahí cuando viajé, dejando atrás lo que más amaba, me arriesgué, puse en riesgo mi futuro con tal de estar bien conmigo. Me forcé a salir de mi zona de confort, y tomé el riesgo de perder lo que más amaba en el mundo, con tal de estar bien yo. Cuando regresé a México fue sumamente difícil comenzar de cero, pero estaba tan cargado de información nueva y de emociones que me fue sencillo soportar el largo camino.
- Cuando estés solo obsérvate y escribe lo que estás pensando, lo que estas sintiendo. No te aísles del mundo, descubre la habilidad de hacerte a un lado y regresar más fuerte.Fritz Perls (El creador de la escuela de psicología gestalt), decía que «cuando una persona va a terapia llega con un montón de personajes vivos y muertos sobre sus espaldas: padres, tíos, abuelos, profesores…El proceso terapéutico consiste en irlos sacando de la sala uno a uno hasta que la persona se encuentra a solas consigo misma.» La idea es que te observes bien a solas y te digas la verdad, sin presiones, sin nadie que te juzgue, solo tu dedo sobre tu conciencia.
- Medita a diario: No tienes que ser un hippie, come flores para meditar. Analiza por qué sientes lo que sientes, te digo que lo hagas diario, porque solo así lograras tener el hábito de relajar tu mente y entender cada una de las cosas que hiciste y dijiste. Analiza tu día, haz un cierre. Es un ejercicio muy sano.Todos tenemos muchas formas de meditar y todas son muy válidas. La mía es escuchar 30 minutos de música y pensar. Al final escribo lo que sentí, así llevo más de 10 años desahogándome. También toco y practico lo más que puedo (mi pasión me brinda paz), todas las mañanas corro 20 min. En cada uno de estos espacios encuentro paz y soluciones.Recuerda siempre hay tiempo para pedir perdón o para retractarte, en lo personal he encontrado errores meditando y así evitar problemas innecesarios en mi vida.
- Escucha a tus deseos más profundos, escríbelos para tenerlos físicamente y actúa ante ellos. Aunque a veces no lo parezca, la realidad es que estamos en constante cambio. “¿Qué significa esto en cuanto a los deseos? Que una vez satisfechas nuestras necesidades, surgirán otras nuevas.” Por eso, es importante disfrutar con el proceso de trabajar en pro de nuestros deseos, estar contentos con nuestra búsqueda personal.Entrégate… Esa pequeña vocecita en nuestra cabeza, que algunos la conocemos como intuición humana, siempre nos dice lo que nos gusta y como nos gusta. Entrégate a esa pasión, entrégate a tus deseos, siempre y cuando te traigan un bien a tu vida y la de los demás. Solo ten cuidado con los excesos que se convierten en vicios o en adicciones: la salud está en el balance.
- Encuentra ese propósito que te mueva, conviértelo en una pasión que te emocione todas las mañanas. Estoy seguro que hay cosas que te gustan, que no te caben en una mano o a lo mejor estas muy indeciso y no tienes idea. Existen distintos niveles de pasiones en la vida, no tienes necesariamente que convertir tu pasión en un negocio, sino solo tienes que encontrar «eso» que te hace feliz y hacerlo mucho, hasta convertirte en un experto. Lo más importante es decirte a ti mismo: cuando no estés seguro: ¿De verdad voy a dedicar los siguientes años de mi vida a esa mierda? las personas que sienten que tienen un propósito al levantarse por las mañanas, se encuentran mucho más centradas, satisfechas, felices y alineadas que el resto.
- No te ves cómo alguien que merece éxito? ¿No te sientes capaz? A lo mejor hay vampiros emocionales a tu alrededor.
Creer que no merecemos nada nuevo, o creer que no merecer una vida mejor es normal, algunas veces esto sucede porque tenemos gente a nuestro alrededor que nos hace menos. Pueden llegar a ser nuestros amigos, un familiar o hasta nuestra pareja. Yo tuve esta perspectiva limitada por muchos años, porque vivía en un ambiente sumamente complicado, lleno envidias, corajes y poca salud mental. Las parejas que encontré en este ambiente, calculan interés y no les molesta la frialdad de cuanto tienen, que voy a conseguir, ¿cuánto voy a sacar de esta relación? hasta que salí de esos círculos logre encontrar gente como yo.Y no todo es negativo, seguro que en esta vida te habrás encontrado con personas que te transmiten buenos valores y actitudes positivas, que te contagian de su positividad y alegría. Normalmente, tendemos a querer ser amigos y estar cerca de este tipo de personas, por razones más que obvias. No obstante, existe otro tipo de individuos que tienden a debilitar nuestro estado emocional. Las razones por las cuales los vampiros emocionales hacen florecer las malas sensaciones en otras personas son muy variadas: pesimismo, egocentrismo, narcisismo, inmadurez, falta de empatía… amigo si ya identificaste algo así, haz un detox del personal a tu alrededor, será doloroso, sí, pero algunas veces eso te hace florecer.
- Arriesga, vive las experiencias, sal de tu zona de confort, así de madrazo. pero cuidado con la hiperactividad!Me han dicho mucho que me arrepentiría de las cosas que no he hecho, y si de algo tengo certeza es que «los hubiera» a veces nos joden la vida. Siempre es mejor salir de tu zona de confort, arriesgar y entrarle a tus deseos, que esperar a que un día abras un cajón con un millón de dólares gratis, o que te encuentre en la calle con un caza talento y te haga famoso. Eso no existe. ¿Quieres que las cosas pasen para ti? ¡Haz que pasen! Todos tenemos la capacidad animal evolutiva de adaptarnos, pero seguro muchas veces de las que nos arriesgamos, nos metemos en más problemas, sobretodo hoy en día que somos adictos a las experiencias vibrantes, está palabra dosmilera “Hipermedia” se ha convertido hoy día en la hiper-inmediatez , el quererlo todo ahora, al sobre consumo de emociones, la oferta es infinita, enganchados a una actividad incesante de nuestros chupones digitales, nos hace tener una enrome ansiedad y creemos que ahí está la felicidad pero esto es falso y un error en nuestra sociedad, la hiperactividad nos aleja del pensamiento critico y al arriesgar solo comentemos más errores, si vas a tomar un riesgo evalúa. La reflexión es obligatoria.
- Hoy podría ser el último día.Amo las calacas. Mi casa, mi moto, mi cuerpo está llena de ellas, porque me recuerdan a la muerte, que es lo único seguro que tenemos en la vida, la muerte nos recuerda que estamos vivos y hay que aprovecharlo.Obvio entiendo perfecto que estar pensando con la muerte constantemente no sea saludable, pero la verdad es que muchos viven como si fuesen inmortales y no es así. “Pensar que esto tiene un fin nos hace valorar nuestro recurso más valioso: nuestro tiempo.”
Entender la muerte es hermoso, porque de repente vivir se convierte en algo urgente.
En conclusión en este viaje me encontré, me decidí por mi pasión, regresé con ganas de todo, y al regresar cumplí varios sueños que me hubieran sido imposibles de cumplir si no hubiera estado seguro de lo que quiero y de quien soy. Déjate caer…