No importa cuánto las cuides, con el paso del tiempo las toallas pierden suavidad, capacidad de absorción y se impregnan de bacterias y mal olor. Pero… ¿por qué ocurre esto?
La mayoría de las veces, usamos detergentes y suavizantes inadecuados para lavar las toallas, ya que se acumulan en sus fibras hasta deteriorarlas, sin contar que los residuos de jabón despiden olores desagradables.
Para que eso no te vuelva ocurrir, y no tengas que comprar toallas a cada rato, te sugerimos que uses bicarbonato de sodio y vinagre para lavarlas. La mezcla de ambos productos crea un potente detergente casero que quita manchas, suciedad y aspereza.
Debes saber que por sí mismo, el bicarbonato blanquea, reduce la presencia de bacterias, limpia a profundidad y neutraliza los malos olores. Si lo combinas con otras sustancias puedes eliminar las manchas más difíciles de cualquier tejido.
En tanto, el vinagre blanco quita los residuos de jabón que quedan atrapados en las fibras de tus toallas, además de acabar con las pelusas que pudieran formarse.
Para dejar tus toallas como nuevas sólo necesitas:
- 1 taza de vinagre blanco
- ½ taza de bicarbonato de sodio
- Agua caliente
Procedimiento
- Coloca las toallas en la lavadora y agrega agua caliente. Ésta debe cubrir por completo la ropa dentro del tambo.
- Agrega la taza de vinagre e inicia el ciclo de lavado.
- En cuanto termine, volverás a llenar la lavadora con agua caliente y agregarás el bicarbonato de sodio.
- Ejecuta otro ciclo de lavado y pon a secar las toallas en un lugar ventilado, de preferencia al aire libre.
El resultado te encantará, pues tus toallas estarán suaves y libres de malos olores, además de que volverán a ser absorbentes.
Recuerda que para mantener tus toallas en óptimas condiciones, debes lavarlas frecuentemente. Si quieres ahorrar agua, puedes hacerlo una vez cada 15 días.