Llega la hora de la verdad y estamos sentados frente al reclutador. Todo empieza como una charla casual y de repente las preguntas empiezan a surgir de manera directa y sin titubeos. Contestamos a cada una de las preguntas que se nos realizan pero el reclutador parece no darnos ningún tipo de retroalimentación a nivel verbal, y difícilmente a nivel corporal ¿qué hacer?
Las microexpresiones son sutiles expresiones faciales que nos dejan ver el verdadero sentir de la persona. Paul Ekman las estudió y las clasificó en 7 básicas (alegría, tristeza, ira, asco, miedo, sorpresa, contempt) que normalmente aparecen en toda conversación. Éstas expresan el verdadero sentir de las personas y como su nombre lo dice, aparecen en microsegundos y muchas veces sin que la persona se de cuenta ya que son reacciones inconscientes.
¿Cómo identificarlas? Es importante estar observando a la persona. Aparecen de manera repentina y buscamos “cacharlas” para ir obteniendo la retroalimentación que necesitamos. Te sugiero que antes de ir a tu entrevista practiques el encontrarlas en otras personas y así te será más fácil este proceso. Recuerda que el contexto en la comunicación corporal es fundamental al igual que el conjunto de expresiones. Sin embargo aquí te daré algunas claves para ir descifrando este apasionante mundo “oculto” en una entrevista de trabajo.
Entrecerrar ojos: El cerrar un poco los ojos habla en un contexto de entrevista de trabajo de un análisis de lo que se está escuchando muchas veces por desaprobación. Las personas que lo hacen simulan el estar enfocando más a su presa y estimula la concentración. Si no me crees, recuerda en qué momento lo has hecho y me darás la razón.
Apretar labios: En cualquier contexto se dice que el apretar los labios no es una buena señal. Se le atribuye a palabras que no quieren decirse o bien a una represión de ira fuerte. Si lo ves en tu reclutador, cambia el tema; ya que si intentas ver qué parte provocó esa reacción te desconcentrarás.
Subir una ceja: Nos habla de incredulidad de lo que se está escuchando. Si lo ves en tu reclutador, trata de dar mas argumentos a tu favor de lo que estás planteando. Cuidado con exagerar o mentir. Únicamente es buscar darle más herramientas para que crea lo que estás diciendo.
Abrir los ojos y asentar: El abrir los ojos se le atribuye a la emoción de sorpresa. Normalmente esta emoción tiende a ser positiva si viene acompañada de un asiento de la cabeza porque refuerza lo positivo de lo dicho. Si es de esa manera, es un buena señal del reclutador.
Recuerda, estas son pequeñas claves que te ayudarán a tener un poco de retroalimentación de tu reclutador. Ten cuidado en no observarlo de una manera penetrante e incómoda en la búsqueda de señales. ¡Mucho éxito!
“Las personas promedio ven sin observar, oyen sin escuchar, tocan sin sentir, se mueven sin consciencia física y hablan sin pensar”
Leonardo da Vinci