Todos los amamos, todos los tenemos, todos los enviamos y todos los recibimos, son básicamente la felicidad instantánea – momentánea de esta época.
Y aunque son un pequeño e insignificante chistecito, en estos últimos años he descubierto su poder místico para ayudar a conquistar, dar ideas, hacerte más carismátic@, etc. Son una herramienta muy poderosa. Te explico porqué y cómo.
- Al mandar un meme a alguien que te gusta y hacerl@ reír, instantáneamente te vuelves alguien siembre bienvenid@ en su chat.
- Puedes hacer empatía y rapport mandando memes cuando el tema del meme es algo que le gusta, interesa o apasiona al receptor del meme.
- Si eres hombre y mandas un meme romántico, tierno, lindo, no solamente será bien recibido si no que además el cerebro femenino lo interpretará como parte de tu forma de ser.
- Si eres mujer y mandas un meme sexy, despertarás la testosterona del individuo receptor, haciendo que te busque, persiga y se interese en ti más como mujer que como solamente una amiga más.
- Si ya te quieres pasar a un nivel memístico avanzado hay aplicaciones para que hagas tus propios memes, o por lo menos con editores fotográficos potentes para que puedes hacer cosas personalizadas a tus “víctimas”.
- Si eres una persona que no tiene mucha conversación, o no eres muy creativ@, el meme puede ser tu salvación en casos de no saber qué decir, qué mandar, abrir conversaciones o simplemente hacerte presente.
- Te sugiero empezar a guardar todos los memes que te lleguen que te puedan servir para algo, y seguir cuentas de twitter, fb e instagram que publiquen estos, ¡hay muchas!
- Baja un editor de fotos potente, aprende a usarlo y se creativo, por ejemplo editar una foto de la playa, ponerte tu y a tu víctima, y titularla: “mis profecías 2018”
- Baja editores de memes prefabricados, donde ya solo tengas que cambiar tantito texto.
- Recuerda que TODO comunica y manda un mensaje, usa las herramientas actuales a tu favor pero siempre pensando en qué mensaje estás mandando, por ejemplo si el meme tiene mala ortografía, se podría pensar que el de la mala ortografía eres tu.
¡A mandar memes chiquilines!