Estamos a un paso de que se haga justicia. Dentro de poco, las mujeres dejarán de cargar con la responsabilidad de evitar embarazos no deseados. Muchas de ellas, incluso podrán olvidarse de los desagradables efectos secundarios de los anticonceptivos. ¿Por qué?
Porque estamos a nada de que comience a usarse una inyección anticonceptiva masculina que ha demostrado tener 96% de efectividad. Lo mejor es que este porcentaje se obtuvo en pruebas con seres humanos y no con animales.
Para que te des una idea de la importancia de este logro médico te diremos que su porcentaje de efectividad es prácticamente igual al del Dispositivo Intra Uterino (DIU- entre 95 y 99%).
Seguramente querrás saber cómo funciona esta inyección, así que ahí te va: se trata de un compuesto que tiene dos hormonas: progesterona y testosterona. La primera actúa sobre la glándula pituitaria y reduce la producción de esperma.
Por otro lado, la función de la testosterona es mitigar los efectos de la progesterona. O sea, su objetivo es mantener esta hormona en niveles saludables.
La efectividad del anticonceptivo se comprobó con un ensayo clínico en el que participaron 320 hombres sanos, de entre 18 y 45 años. Cada uno recibió dos inyecciones, cada ocho semanas, durante 56 semanas. Durante ese tiempo, ni ellos ni sus parejas recurrieron a otro método de control de natalidad.
Tras analizar las pruebas de semen, se detectó que 274 de los participantes alcanzaron un nivel inferior a 1 millón de espermas por mililitro, con lo que se comprobó que la inyección es capaz de evitar embarazos no deseados.
Sin embargo, no todos son buenas noticias, pues 20 de los participantes presentaros efectos secundarios, entre ellos: depresión, dolor muscular y amento de deseo sexual.
Por supuesto, aún queda trabajo que hacer, pero estamos confiados de que los científicos pronto darán con la forma de evitar estas respuestas adversas y logren que el primer anticonceptivo masculino sea una realidad.
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