«El hombre no es ni una piedra, ni una planta y no puede justificarse a sí mismo por su mera presencia en el mundo.»
Simone de Beauvoir
Tan sabio en las matemáticas es el filósofo «Pitágoras» a quien se le atribuye la frase «eduquemos al niño para no tener que castigar al hombre» pues son los números quienes dan un sentido mayor y nos conducen por el camino a asimilar esa verdad sobre planeación social y la importancia de la filosofía en los niños.
¿Cuándo es el mejor momento para plantar un árbol? Muchos pensarán que hoy; pero esa es la respuesta para ¿cuál es el segundo mejor momento para plantar un árbol?; para la primer pregunta la respuesta es hace años, tal vez 15, 20 suelo decir yo.
El mejor momento ya paso y si no lo aprovechamos en su momento; pues hoy no podemos disfrutar de su sombra, sus frutos, su oxigeno, su belleza en el paisaje, su sonido en hojas, vientos y aves, sus enseñanzas; nada de todo lo enorme y productivo que pudo haber sido.
Lo mismo aplica para una sociedad que NO trabaja con sus niños, las sociedades desaparecen; porque sin la filosofía no existen sociedades; sólo un grupo de personas reunidas. Personas reunidas sin fundamentos sobre su existencia, sin un plan a donde ir, ni una especulación científica de dónde venimos o un motivo interesante del porqué estamos, sin preguntas de porqué ocurre tal o cual cosa, preguntas sobre cómo funciona la mecánica de su entorno, convierte a ese conglomerado en una solo cosa: presas fáciles, en víctima.
Y la responsabilidad de ello recae en los padres; porque es a través de ellos que los niños aprendimos a mirar el mundo y fue a través de ellos, que supimos respuestas a preguntas sencillas; que tienen respuestas tan complejas que a veces no sabemos aún cómo responderlas.
- ¿Porqué el cielo es azul?
- ¿Porque no crean más agua si ya no hay mucha?
- ¿Quien le puso Dios a Dios?
- ¿A donde se van las personas cuando mueren?
- ¿Porque los que hacen los billetes no hacen más y se los dan a la gente y así todos somos ricos?
- ¿Porque el universo se ve negro si hay muchas estrellas?
Estas entre otras han sido algunas de las preguntas, que recuerdo han hecho los niños, me enfoque en no ignorarlas y buscar. El resultado es tan sorprendente porque al final he encontrado las respuestas más cercanas en científicos que exponen teorías sumamente complejas de explicar. Aquí el motivo de estimular la práctica de la filosofía en los niños. No se puede construir un castillo si no es por sus cimientos, y los cimientos para una nueva y mejorada sociedad mexicana está en nuestros niños y el mejor acercamiento a la filosofía.
Ayudemos a los pequeños a creer en la duda y a buscar las mejores preguntas, no solo a asimilar el contenido dado por los adultos; ayudemos a cultivar investigadores y enseñarles que no es un error preguntar ante las dudas, estimulemos escuchas, que busquen creer en las experiencias obtenidas a través de la práctica y el experimento. Porque solo así criando preguntones es que todos podremos avanzar en el mundo del conocimiento.
Entender que en muchos de los casos no siempre somos los mejores para dar las respuestas porque sería imposible tener todas, pero si podemos buscar a los especialistas y aprender juntos. El pedagogo Paulo Freire, expone en su libro «educación liberadora» que:
«Enseñar no es transmitir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción»
Y la práctica de la filosofía es exactamente lo que logra.
Así encontraremos cómo nuestras perspectivas del mundo cotidiano están viciadas de especulaciones e ironías. ellos serán nuestros compañeros y maestros. encontraremos a través de ellos una forma de desempolvar nuestra creatividad; desarrollando una nueva forma de ver el mundo.
Sin duda sé que ese camino no solo nos hará más cultos y coherentes también podrá generar seres más felices; más auténticos, que acepten su realidad y también se acepten así mismos para su más alto bien.