«La multitud obedece más a la necesidad que a la razón, y a los castigos más que al honor.»
Aristóteles.
No sé exactamente qué representa para cada persona, saber que estamos en el año 2018 del calendario Gregoriano. Puede ser solo un número o una continuidad sumatoria de años. Puede ser solo una marca en la pared o un verdadero registro posterior a los eventos del cristianismo.
A mi me gusta identificarlo como un triunfo de la constancia, en esta etapa de la sociedad occidental. Nos ayuda a creer y a sentirnos seguros; con estas bases es posible la construcción de mucho, muchísimo y aunque parezca a veces que ahora es más complejo que antes, puedo asegurarles que solo se trata de una cuestión de perspectivas y emotividades. Más allá de solo una frase motivacional, el mejor y único momento es el ahora.
Estamos en este lugar para algo más que nacer, consumir productos; trabajar, ganar dinero, criar hijos y morir.
Somos el glorioso resultado resultado de miles o millones de años, (dependiendo la idea teológica que los rija) de procesos y experiencias por las que se tuvo que cruzarse en el campo experimental de la existencia.
Pasamos de las necesidades de alimento a el arte culinario; De cubrirnos con cueros a las pasarelas de moda; de las pinturas rupestres al diseño holográfico del nacimiento y muerte de estrellas cien veces mayores que el sol.
Entonces, ¿porqué dudar de la ciencia y la tecnología? Que nos ofrecen respuestas sofisticadas, ¿porque este afán y búsqueda de entretenimiento cada vez más burdo y simple? En lugar de avanzar desde los puntos en los que otros seres en el pasado dejaron la batuta y nosotros continuar con la responsabilidad de mejores respuestas. Que nos ayudarán a poder darle un mayor sentido a nuestra existencia en este planeta y mejores formas de convivencia entre todos los habitantes.
Pareciera que es ahora el encuentro de lo humano vs la humanidad; cuando humanidad significa: talamontes, corrupción, hambruna, guerras, contaminación de mares, pobreza, sobrepoblación,etc, etc , etc. Por ello necesitamos fluir un poco mas a la razón, respetando la emotividad. Porque nosotros somos la verdad palpitante de la evolución y el creacionismo. Somos la respuesta oculta a tantas preguntas que parecen no tener fin; Aunque es sin duda algo lamentable notar que aún nos es difícil mantener en estado de consciencia esta verdad y comportarnos como tal entre la multitud. Aún permitimos las insanas influencias que buscan frenar el avance de la humanidad, buscando hacer de lo divino y milagroso que puede ser un ser, un resultado de esclavitud y consumo. Que solo brinda mayor poder a unos cuantos sobre los muchos.
La respuesta a tantos aspectos que logran incomodarnos en el mundo es la educación de los hombres y la educación abarca tanto, de tantas formas que caminemos por donde decidamos. El conocimiento tendrá siempre una manera especial de sorprendernos; Una obligación de transformarnos. Esa es la objetividad de la filosofía (amor por el conocimiento) y la importancia de la correcta aplicación daría como resultado; políticos que sepan y practiquen los ejemplos éticos y morales que dicta el sistema al que sirven, los servidores públicos servirán públicamente, no habrá doctores que descuiden su cuerpo y vivan obesidad, alumnos que no estudien, maestros que no enseñen, religiones que vendan dioses, entre otros millones de ejemplos que pueden salir a comentario.
La filosofía pone las bases para crear la transformación particular de las personas que son quienes formamos las sociedades y así estaríamos observando debates sobre la funcionalidad de la transformación de recursos naturales no renovables o la aplicación del uso doméstico de la energía nuclear de manera controlada.
Pero mientras estos ejercicios no se pongan en práctica en nosotros y los más cercanos, no esperemos que un acto milagroso ocurra y si, no trabajemos por un cambio particular los resultados en la materia que decidamos analizar. van a ser los mismos. Entonces; ¿cuanta validez tienen nuestras quejas contra un sistema que en buena parte es un resultado de nosotros mismos?
Empecemos a crear una pasión por la filosofía y pongamos en práctica los conocimientos para empezar a comportarnos como los seres del futuro que se soñaba en el pasado primitivo.