Todos estamos experimentando consecuencias de salud, financieras, laborales, académicas y psicológicas de este repunte de casos de infecciones del virus SARS COV-2 en su variante omicron en todos los rincones de México. Justo durante esta semana vi cuatro casos de personas que se encuentran desarrollando todos los criterios que justifican el diagnóstico de una fobia específica, en esta ocasión hacia la enfermedad COVID-19.
Los síntomas que componen el corazón de una fobia son dos en particular:
- Un miedo irracional y desproporcionado a una situación en particular.
- Una conducta evitativa hacia cada ocasión que se nos plantea la exposición a dicho estímulo.
Estas situaciones tienen que ser estables en su presentación, que se vean siempre de tipo causa – efecto, en este caso con la enfermedad pandémica.
El manejo tiene que ser efectivo y muy puntual. Evitar el uso de benzodiacepinas (medicamentos controlados para bajar de forma aguda la ansiedad, pero que no curan las alteraciones bioquímicas subyacentes), comenzar sesiones semanales de terapia cognitivo conductual para fortalecer los mecanismos de defensa contra esta inestabilidad y el uso de fármacos del tipo de los antidepresivos que mejoran el estado de ánimo y corrigen de fondo los cambios bioquímicos que se producen en la ansiedad. Si tienen un amigo o familiar que se ajuste a estos síntomas acompáñenlo por favor a recibir la ayuda adecuada.
Dr. Edilberto Peña de León