El trastorno de aprendizaje es un problema que afecta la capacidad del ser humano de recibir, procesar, analizar, ejecutar o almacenar información. En este escrito no me voy a enfocar a la parte teórica de un trastorno de aprendizaje solamente definirlo como la alteración o cambio de un proceso que se produce en las características o esencias permanentes de algo.
Cuando los niños son muy pequeños es muy difícil poder detectar algún tipo de trastorno a menos que sea muy evidente, por lo que solamente en las actividades cotidianas se podrán observar ciertas conductas indicativas que por lo general como padres tampoco lo vemos y preferimos describir a nuestros hijos como: “flojito”, “odia el deporte”, “no le gusta cierta comida” “es berrinchudo” etcétera. Lo cual puede implicar que ciertamente tenga algún tipo de carácter específico o de crianza y nada orgánico.
El colegio solamente esta obligado a describir conductas y NUNCA DIAGNOSTICAR, por lo que como padres debemos confiar en la institución educativa de nuestros hijos, pues tenemos que saber que el ser humano en su esencia es lo mas complejo y su educación es multifactorial y todo lo que hagamos por nuestros hijos va encaminado a su bienestar integral. Ahora bien, el colegio deberá:
- Agotar todos los recursos internos escolares y pedir apoyo en casa
- Seguir un protocolo de canalización dependiendo de las conductas observadas para obtener un diagnóstico clínico
- Ponerse en contacto con las personas encargadas de dicho diagnóstico
- Comunicar a los padres de manera directa los acuerdos a los que se llegó con el o la especialista que puede ser: emocional, de lenguaje, de aprendizaje, sensorial, motriz u otras
- Trabajar en conjunto con padres y escuela para mejorar los procesos que tengan que ser intervenidos
Ahora bien, cuando nos dan un diagnostico de un trastorno (leve, medio o severo) de nuestro hijo o hija lo que recomiendo como especialista en educación y como madre es:
- No maximizar ni minimizar la situación, todo se puede resolver cuando estamos en tiempo
- Debemos hacer un duelo de nuestras expectativas para con nuestros hijos (es que yo siempre imaginé que mi hijo sería…)
- No hay culpables, debemos evitar la negación y aceptar con fuerza y humildad nuestro principio de realidad
- No pelearnos con el colegio que siempre pensamos como padres que “no tienen ni idea” “que exagerados” “cuando yo era chiquito” “ya se le quitará solo” estas frases indican la negación y el tiempo que estamos perdiendo para trabajar sobre lo que realmente es importante
- Exige un compromiso de tiempo y de prueba y error pues como mencioné antes, el ser humano es MUY COMPLEJO
- Lo peor que podemos hacer es evadir nuestra realidad
Por último, y no menos importante, el tener un hijo con algún tipo de trastorno, económicamente hablando también es un tema pero yo siempre digo: ¿Cuáles son tus prioridades?