Hace unos cuantos días fue mi cumpleaños. Es curioso como al pasar de los años uno comienza a celebrar de forma distinta su aniversario. Es grato ver que los regalos pasaron hace años a segundo plano porque lo importante ahora es con quién estamos celebrándolo de la mano de una profunda reflexión que nos lleva a evaluar en dónde estamos parados actualmente en la vida.
Al principio pensé que sería un día difícil pues recientemente viví una gran pérdida, pero resultó ser un día lleno de momentos mágicos para guardar en mi cofre de teosos.
Fue una gran oportunidad para hacer un alto en mi camino y reflexionar. Alzando una copa, para hacer un brindis, el mundo a mí alrededor hizo una brevísima “pausa” y logre ver en fracción de segundos tantas cosas que he vivido… momentos sublimes y por supuesto tiempos de crisis en los cuales llegué a pensar que jamás lograría volver a sonreír. Nada en mi vida ha sido como yo lo había planificado y cuando digo nada en serio que es nada.
Hoy sé que soy muy afortunada y estoy infinitamente agradecida porque a lo largo de mi existencia han llegado ángeles maravillosos disfrazados de seres humanos que no me han soltado en los momentos más complicados y que, gracias a ellos he logrado vislumbrar luz en donde parecía que solo reinaba la oscuridad.
Hoy agradezco a cada una de las personas que me acompañaron transitoriamente en mi viaje. En su momento no quise que se bajaran del tren pues pensé que era demasiado pronoto y que lo harían en la estación incorrecta aferrándome a que no partieran, hoy sé que los tiempos son perfectos y que todos están en mi vida solamente el periodo necesario para poder tomar el aprendiza que a ellos les correspondía regalarme en esta vida. Nadie está más de lo que debe de estar y forzar su presencia es atentar contra el destino.
También doy las gracias a la vida por haberme puesto los retos que me han forjado como el ser humano que hoy soy porque sin ellos no habría tenido la invaluable oportunidad del despertar emocional y de vivir como lo hago hoy, agradecida de poder tomar conscientemente cada bocanada de aire y de poder estar en el aquí y el ahora que es el regalo más preciado que uno puede tener.
¿Saben? Si hoy yo tuviera que partir hacia el viaje eterno y este hubiera sido el último cumpleaños que pasé no me importaría pues estoy satisfecha de todo lo que hasta hoy he vivido y he logrado, con esto no quiero decir que deseo morir ¡por el contrario! amo la vida y disfruto enormemente de cada instante de mi día a día, pero hoy no tengo “deudas” con nada ni con nadie porque estoy en paz conmigo misma y estoy orgullosa de todo lo que he logrado en este camino…
A todas las personas que hoy están gracias infinitas pues forman parte esencial de mi cofre de tesoros y su amor es un importante motor que me impulsa para ir más allá de lo que yo hubiera podido imaginar…
Gracias vida por darme la oportunidad de estar aquí un día más…
Un abrazo bien fuerte, de esos que reparan el alma.
Con amor,