La vida ha alcanzado niveles de estrés tan altos que cualquier actividad que nos ayude a relajarnos es bienvenida.
Aunque practicar algún deporte o hacer un poco de ejercicio son una excelente opción, no siempre disponemos del tiempo para hacerlo.
Para relajarse en la oficina puedes recurrir a los jardines zen. Ésta es una tradición oriental, principalmente japonesa, utilizada en los templos con fines meditativos.
El karesansui o jardín zen consiste en un campo de arena de escasa profundidad en el que hay rocas, algo de hierba y musgo, así como algún otro elemento natural.
De acuerdo con la tradición es posible llegar al estado de meditación mediante el movimiento de las piedras y el rastrilleo de la arena.
Así que por qué no construyes tu propio jardín zen para tu escritorio. Verás que es realmente sencillo y te ofrece grandes beneficios.
¿Qué necesitas?
- Caja de madera de 3 a 4 centímetros de profundidad. También puedes utilizar una bandeja de metal o una caja de cartón.
- Granito molido. Si no lo puedes conseguir, la arena blanca y fina es una buena opción. La forma irregular de este material permitirá que los diseños que crees con tu rastrillo sean definidos.
- Rocas de colores que armonicen entre sí. Recuerda que deben colocar pocas piedras y en número impares. La mayoría de los jardines suelen contener sólo tres. Dado que estos elementos son decorativos, también puedes agregar ramas. Algunas versiones de jardín zen incluyen incienso y veladoras para reforzar el efecto meditativo.
- Úsalo para cubrir el recipiente de tu jardín. Le dará un toque personal.
- Rastrillo pequeño de madera. Puedes armar uno con palitos pequeños de bambú y silicón. Emplea el rastrillo para trazar patrones que asemejen el movimiento del agua.
Coloca tu jardín zen junto a la luz, si lo pones al lado de la computadora, te brindará la oportunidad de recrear la vista cansada y te proporcionará paz espiritual.