Al madurar comprendemos que en la vida no siempre obtenemos lo que deseamos, en ese momento seguramente tienes sueños que quieres realizar; objetivos que deseas lograr y en tu mente visualizas exactamente el cómo quieres que se lleve a cabo todo ello, pero pronto descubres que al buscar realizar el sueño, las situaciones son cambiantes y pareciera que surgen barreras y en ocasiones; tal vez, hasta has llegado a sentir que el universo está confabulando en tu contra para impedir que logres tu cometido.
Definitivamente “La vida es un misterio”. Pareciera que en algún momento mientras nosotros nos sentamos a planear, los Dioses se estuvieran riendo de nosotros divirtiéndose y pensando, eso crees tú, pero ya verás lo que te tenemos preparado.
Cuando la mayoría de las personas no logran conquistar el objetivo que se han propuesto inmediatamente piensan: “Fracasé”, y esta declaración genera una sensación de derrota y frustración terrible; al ir acumulando fracasos el individuo va afectando negativamente su identidad y su autoestima; algunas personas al acumular una gran cantidad de fracasos se llegan a acostumbrar a estos, y al confundirlos con su identidad, se declaran en algunos casos: “Soy un fracasado”.
Sin embargo existe otro tipo de personas; desgraciadamente la minoría, individuos a los que podríamos llamar exitosos, que utilizan su percepción de una manera diferente. Estos individuos al no conseguir el objetivo deseado, piensan en ello como en una experiencia, nunca un fracaso. Si logras comprender que el resultado obtenido a pesar de no ser el que querías te permite aprender, entonces en automático, esa experiencia deja de ser un fracaso y se convierte en una enseñanza de vida, en una experiencia que te dejará sabiduría, por lo cual este tipo de personas afirman: “Yo jamás fracaso, solo estoy obteniendo experiencias”.
Quiero compartir contigo las palabras del gran Michael Jordan, el más grande jugador de Baloncesto de la historia:
“He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos. 26 veces, mi equipo ha confiado en mí para hacer el tiro que nos haría ganar el partido y lo fallé. He fallado una y otra y otra vez en mi vida: Es por eso que tengo éxito”.
En estas palabras del gran Jordan podemos ver implícita esta idea. “Jamás fracaso solo obtengo experiencias”.
Ahora quiero compartir con ustedes una historia de éxito maravillosa.
El protagonista de esta historia, a diferencia de la mayoría de los emprendedores, logró ver su sueño cumplido hasta pasar los 60 años de edad. El jamás darse por vencido y tener un sueño bien enfocado, hicieron de este emprendedor una leyenda en el mundo de los negocios. Hoy, su empresa tiene presencia en más de 100 países y su «receta secreta» es vendida por millones de dólares diariamente. Seguramente sabes de quién estoy hablando; el creador del emporio de restaurantes de pollos fritos más famoso del mundo… «El Coronel Sanders».
Este hombre, con su receta para cocinar los pollos y un gran sueño bajo el brazo, recorrió en su auto todo Estados Unidos de lado a lado durante dos años en busca de un empresario inversionista que decidiera creer en su proyecto e invirtiera en él, sin embargo no tuvo éxito, durante dos años en los que se reunió con más de mil posibles inversionistas, recibiendo rechazo tras rechazo; pero él insistió sin renunciar a su sueño. En su mente nunca estuvo presente el fracaso.
Él tomo cada una de éstas como una experiencia de aprendizaje que le permitió ir mejorando su idea del negocio, hasta que su idea estaba tan redonda, tan completa, que por fin encontró al empresario dispuesto a invertir en su negocio. En aproximadamente dos décadas, Kentucky Friend Chicken (KFC), como se le conoce en la actualidad, ya tenía alrededor de 6,000 restaurantes alrededor del mundo y sus ventas eran de muchos millones de dólares.
Todos conocemos el éxito de Walt Disney. Sin embargo, no se conocen bien todos los casos en los que él no logro el éxito en lo que buscaba. Fue despedido de un periódico como ilustrador ya que se le consideraba falto de imaginación. Incluso tuvo problemas para encontrar trabajo como ilustrador, su hermano le tuvo que ayudar para conseguir trabajo en el área de publicidad en un banco.
Jamás te rindas. Que tu mente sea de acero y levántate siempre para lograr tu sueños. Cree en ti mismo. Y siempre ten presente que si el resultado que estas obteniendo no es el que deseas, siempre podrás aprender del resultado y mejorar.
Recuerda siempre pensar y repetirte:
“Yo jamás fracaso, solo estoy obteniendo experiencias”.
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