¿Alguna vez te has preguntado en qué consiste esta famosa “seducción”? Uno de mis socios tiene una frase que me gusta mucho cuando hablamos de este tema, él dice: “seducir es una promesa que no se cumple”.
Últimamente, he traído este tema dando de vueltas en mi cabeza, tengo varios pacientes atorados aquí y yo misma, entro y salgo de aquí. Para ti ¿qué es la seducción? Si tuviera reglas o parámetros ¿cuáles serían? Me queda claro que para todos funciona de diferente manera, pero algo en común ha de tener.
En mi experiencia, es un juego. Un estira y afloja entre mostrarnos y escondernos; entre darte lo que quieres y pedir lo que quiero; entre dejarte ver mis pechos pero esconder mis piernas o viceversa.
Por lo tanto, para mí, el truco está en jugar con las posibilidades… con lo que podría ser, pero no sabemos si será. Es coquetear con la incertidumbre. Es arriesgarnos a ir por más.
La seducción no es engañar, es jugar con la imaginación –propia y ajena-. Es invitar al otro a tu juego y proponerle nuevas reglas. Es buscar que la otra persona venga a ti, se alimente de ti.
Si es un juego ¡diviértete! Date permiso de explorar distintas facetas de ti, de reconocerte en el proceso y de observar cómo te sientes y qué necesitas. Ponte un reto cada día, sedúcete a ti mismo(a), juega contigo, amplía tu horizonte y tus posibilidades, ábrete a una diferente día con día.
Déjame saber cómo te va con el experimento, hagámoslo juntos y veamos qué sucede…