«El problema del ser humano no es político, social, ni económico, es espiritual»
Neale Donald Walsch
La familia tiene hoy la necesidad de entender que el ser humano está formado de tres aspectos importantes que deben estar relacionados y unidos: cuerpo, mente y espíritu.
En algunos sectores de la sociedad se habla de alma y de energía. Sin embargo, nuestro objetivo en esta ocasión es crear un espacio de reflexión para tomar conciencia de que la familia requiere construir, alimentar y desarrollar su espíritu, para lograr que sus miembros se conecten con ellos, con la sociedad y con su propia espiritualidad.
Está comprobado que el manejo de las emociones, las actitudes y los pensamientos tienen una influencia directa en el cuerpo y, por supuesto, en la relación como ser humano en el mundo. Norma Alonso, especialista en el estudio de la familia, completa esta idea ya que afirma que la familia crea y contribuye con la formación de una personalidad sana cuando le ayuda a:
1. Desarrollar su autonomía, lo que significa que los padres faciliten el proceso de independencia que tiene cada niño.
2. Habilidad para desarrollarse afectivamente en la sociedad, que implica enseñarle lo que es el afecto, el cariño, la consideración y la atención por el otro.
3. Manejo apropiado de los sentimientos; esto significa desarrollar la inteligencia emocional de los niños, teniendo en cuenta la importancia de enseñarles a expresar sus emociones sin calificarlas y sabiendo el manejo del control.
4. Claridad de su propio sentido de vida.
Estos cuatro puntos buscan que la familia reconozca sus valores y los tenga claros y definido; que haya una estructura y una jerarquía de respeto. El Niño necesita saberse contenido y caminar en una avenida construida a sabiendas que cada vida está íntimamente relacionada con la del otro, en los diferentes aspectos de su vida.
El ser humano tiene un espíritu, que puede considerarse el motor y el que crea la conciencia de un principio y fin en esta vida, que además es trascendental y va más allá del tiempo y el espacio. Carl Rogers tiene una frase fundamental, » la familia es el núcleo de la salud o la enfermedad física, mental o emocional, social y espiritual de todo individuo, porque en ella se adquiere y fomenta la seguridad o el abandono con el que se vive».
Sin duda, la familia es la plataforma para tener seres humanos comprometidos bajo un sistema de vida donde el otro es tan importante como uno mismo. Por lo tanto, no importa en qué pedazo del planeta vivamos, el tipo de gobierno que esté al frente o la estabilidad económica que gocemos mientras no tengamos los principios y valores NATURALES, que además son indispensables para construir una sociedad con mayor plenitud y paz interior.