Tal vez no estés familiarizada con el concepto resiliencia en sí, pero sabes que tus hijos deben aprender a enfrentar las dificultades y adversidades de la vida; por lo que ahora sólo falta descubrir cómo fomentar la resiliencia en los hijos, pero aquí te damos unos tips.
Qué es la resiliencia
Antes que nada, debes saber que la resiliencia es la capacidad de adaptarse positivamente a las diversas condiciones que se presentan en la vida, sin importar su grado de riesgo, adversidad o daño emocional. ¿O acaso nunca has conocido a una persona que afronta con entereza todo lo que le sucede y que siempre sale adelante? Seguramente, es una cualidad que quieres para tus hijos, pues sería la mejor arma para abrirse paso en el mundo.
Para que tus hijos desarrollen la resiliencia es necesario que trabajes con ellos desde pequeños, que prestes especial atención a su autoestima, y que refuerces cada enseñanza con tu ejemplo.
Cómo fomentar la resiliencia en los hijos
De acuerdo con los psicólogos, para fomentar la resiliencia en los niños es necesario trabajar en las siguientes áreas:
- Amistades. Las relaciones personales fortalecen la capacidad de adaptación de los pequeños, por lo que debes animarlos a hacer y tener amigos. Adicionalmente, deben contar con una red de apoyo familiar que les haga sentir aceptados y amparados.
- Ayuda. Para que tu hijo se sienta valorado y conozca los alcances de sus habilidades, debes fomentarle el trabajo voluntario acorde con su edad. Una forma efectiva de hacerlo es a través de pequeñas iniciativas en la escuela o asignándole pequeñas tareas en casa.
- Rutina. Para que tu pequeño desarrolle resiliencia, debe ser capaz de reconocer su propio trabajo, por lo que te conviene establecer una rutina diaria que le permita ver las tareas que es capaz de hacer. Eso sí, debes cuidar que no se obsesione con ella, ya que la espontaneidad también es importante.
- Autocuidado. Dado que no siempre estarás a su lado para atenderlo, es necesario que tu hijo aprenda desde temprana edad a cuidarse, que sepa mantenerse en excelente estado de salud, cómo reaccionar en caso de enfermedad o accidente, pero sobre todo a quererse.
- Objetivos. Tú hijo debe experimentar la satisfacción de alcanzar una meta y reconocer que siempre vale la pena esforzase, así que debes enseñarles a fijarse objetivos a corto plazo.
- Autoestima. Ésta es el área más importante, y que la que requiere mayor atención de tu parte. Para que desarrolle resiliencia y tenga la fortaleza de enfrentar los desafíos futuros, deberás recordarle cómo superó dificultades en el pasado. Ayúdale a confiar en sí mismo y en las decisiones que toma.
- Humor. Bien sabes que en esta vida no todo son responsabilidades y que es necesario tomar las cosas tan en serio. Si le enseñas a ver la vida con humor y a reírse de sí mismo, le estarás dando la llave para sobreponerse de los fracasos.
- Actitud. Lo que diferencia a una persona resiliente es su actitud ante la vida, ya que se enfrentan a las dificultades con optimismo. Por ello es importante que tus hijos aprendan que después de la tormenta, siempre llega la calma.
- Cambio. Sabemos que los cambios pueden ser traumáticos para los niños y adolescentes, por lo que deben aprender desde pequeños que éstos forman parte de la vida. Enseñarles que detrás de cada cambio hay una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, les permitirá enfrentar mejor el futuro.
Recuerda que el ejemplo es indispensable en el proceso de aprendizaje de tus pequeños, por lo que, si no tienes resiliencia, debes trabajarla a la par que ellos.
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