Gracias a todos los que me han comentado sobre mis dos entregas anteriores y me pregunta más sobre las condiciones que propician el éxito.
Seguire basándome en el libro del doctor Malcolm Gladwell “Fuera de serie” el cual recomiendo ampliamente; en su libro nuevamente hay otro factor que marca la diferencia para lograr el éxito.
Ese factor es que se nos enseñe hablar y decir lo que pensamos, y aquí el Dr. Gladwell descubrió una diferencia entre personas de origen rico o pobre. En sus estudios demuestra que aunque se tenga las mismas capacidades intelectuales, las personas de dinero desarrollan más el cómo expresar sus ideas.
Un niño de clase pobre se ve intimidado al hablar con superiores. Él narra cómo los niños de escasos recursos cuando son llevados al doctor no hablan, agachan la cabeza y sólo si se les pregunta insistentemente articulan palabras muy despacio e inseguros, la persona que los acompaña es quien habla.
Esto se debe a que en su formación son enseñados por sus padres y otros adultos a permanecer callados, a que sólo deben hablar cuando se les pregunte algo y que es de mala educación expresarse sin que se lo pida un mayor, como también los adultos lo hacen con sus superiores.
Por supuesto que estos niños hablan y saben expresarse, pero lo hacen sólo con sus pares, con otros niños.
Por otro lado, los niños de las clases acomodadas están acostumbrados hablar. Ellos de cierta manera ya conviven con adultos a quienes pueden solicitar lo que necesitan, como una ayudante en casa, una niñera, etc.
Al contrario de los niños de las clases bajas, ellos son tomados en cuenta y por parte de los adultos se les pregunta su opinión. En el mismo ejercicio de la visita al doctor, Malcolm Gladwell observó que desde que entraban al consultorio ya estaban saludando al doctor y ellos mismos diciendo qué les pasaba, sin esperar la autorización de un adulto.
Esta característica se ve reflejada cuando crecen; ante situaciones adversas los niños de clases acomodadas saben negociar y obtienen buenos resultados de las negociaciones, sin embargo los niños de las clases bajas no lo saben hacer, por lo que obtienen negociaciones y resultados desfavorables.
¿Qué tenemos que hacer nosotros? Sabernos expresar, hablar, decir lo que pensamos y sentimos sin sentirnos intimidados, y enseñar a nuestros hijos hacer lo mismo.
Te espero el próximo miércoles.