Clásico. Te gusta alguien de tu escuela, de tu oficina, o de algún lugar al que puedes ir regularmente.
Entonces tu cerebro empieza a hacer películas de todo tipo, la película de la misión imposible de cómo conocerle, la película del rechazo trágico con su respectivo arrancamiento del corazón aún latiendo de tu pechito, la película romántica exitosa con mermelada y bombones, etc y todo esto sucede solamente en tu cabeza.
El clásico “ya me ví” con cara de borreguito emocionado.
Aquí pasa algo que muchos humanos pasamos por alto y resulta ser importantísimo, y es que no sabemos en que momento de su vida está él o la co-protagonista de esta historia de amor, yo le llamo “timing”. No sabes si sale con alguien, si tiene “freno de mano”, si está en medio de una tragedia familiar, si tiene mil problemas económicos, si está harta o harto del sexo opuesto, de hecho no sabes nada, vaya ni su segundo apellido. Duh.
Pues entonces resulta que dentro de tus películas hay una recurrente donde se te ocurre robarle un beso, decirle que te gusta, invitarla a salir, agregarlo a Facebook, mandarle una notita, decirle lo que sientes y quién sabe cuanta misión suicida más. A esto sumémosle el agravante de infinidad de memes y opiniones de “amigos expertos” que te dicen: “dile lo que sientes”, “los besos no se piden, se roban”, “sé romántica y díselo en una cartita llevada por una mariposa” y 134,567 tonterías de ese calibre, error. No lo hagas.
Te voy a facilitar todas tus siguientes maniobras de iniciación de actividades rómanticas o friccionantes con alguien más.
Lo primero que tienes que hacer es averiguar su “timing”, (bueno, o lo más que puedas).
Si te gusta Renata y está enamorada de alguien más y se te ocurrre intentar algo vas a fallar y luego vas a estar todo flaco, cansado, ojeroso y sin ilusiones, o si a tí querida lectora te gusta JulioJosé y no sabes que es gay, pues… te sobran y te faltan partes mija.
Existen timings diferentes por temporada, día del mes, situaciones de esa semana, ex-parejas, parejas actuales que desconocemos, familia, dinero, trabajo, proyectos, problemas, etc
Si logras averiguar lo más posible acerca de tu “proyecto – víctima” antes de intentar nada, te habrás ahorrado una posible rotura de corazón o de amalgamas, o habrás asegurado el éxito al saber que ahora (o tal vez en unos meses dependiendo del timing) era el momento ideal para actuar. Para esto tenemos los modernos chismógrafos: Facebook, Instagram, Google, amigos en común, y la conversación directa pero sutil con la víctima.
¿Ya sabes el timing? ok. Ahora sí, proceda usted con cautela pero con estrategia. ¡Suerte matador@!