Llevan todo el día separados, por lo que, al volver a casa, tu perro salta emocionado al verte. Por supuesto, las muestras de afecto no faltan y entre abrazos, besos y lengüetazos descubres que la ansiedad y el estrés desaparecen.
Después de todo este tiempo, estás por descubrir que el lazo que comparten es más especial de lo que pensabas.
Un estudio de la Universidad de Monash, en Australia, ha descubierto que los perros y sus dueños sincronizan sus ritmos cardíacos al estar juntos. Esto a pesar de que el corazón de los canes y el de los seres humanos laten a una velocidad diferente. Increíble, ¿cierto?
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron la relación de tres personas con sus respectivos perros. En los tres casos, los canes habían ofrecido apoyo emocional durante un periodo de duelo, o al pasar por una enfermedad.
A cada uno de los participantes del estudio, tanto personas como perros, se les colocó un monitor cardíaco. Al inicio de la prueba, y debido a los antecedentes de ansiedad y a la presencia de cámaras, el ritmo cardíaco de las personas era bastante alto.
Sin embargo, las cosas cambiaron cuando los individuos se reunieron con sus perros. Los científicos vieron que el ritmo cardíaco de las personas comenzó a disminuir hasta sincronizarse con el de sus mascotas.
Toma en cuenta que, biológicamente, la frecuencia cardíaca de los seres humanos y los perros es diferente; pero este estudio descubrió que, al estar juntos, sus corazones laten a la misma velocidad.
Este hallazgo refuerza los resultados de una investigación de la Universidad de Harvard, según la cual, el simple hecho de acariciar un perro reduce la presión arterial y el estrés, además de mejorar el estado de ánimo.
Estas investigaciones demuestran que la relación entre el corazón de un perro y su dueño es más fuerte de lo que creíamos.