Es obvio que se están terminando las vacaciones y, por supuesto, los que ya regresaron de su viaje al mundo están descansando plácidamente del descanso, valga la redundancia; sin embargo, después de tanto confort, hay muchos chicos (as) que optan por estar con sus tabletas y móviles en mano, recostados sobre la cama o cualquier superficie que sea cómoda. Después de unos días, esa iniciativa de reposo puede convertirse en un problema, ya que la inactividad hará que tu cuerpo además de atrofiarse, logre en verdad estar más cansado por la falta de actividad, cosa que no vas a reconocer fácilmente pues supondrás que sigues necesitando reposar; no obstante lo que va a suceder es que en realidad el ocio va a cobrar fuerza en ti, así que vas a inventar cualquier excusa para no hacer nada, o bien, para idear cualquier cosa que según tú rompa tu rutina.
Ahora bien, cuando te encuentras en un largo período de inmovilidad, es probable que no decidas con objetividad lo que vas a hacer, dado que al estar anquilosado lo primero que te venga a la mente te parecerá muy pertinente y acertado; empero no será así, por lo que si lo que haces no llega a satisfacerte, entonces vas a idear o a pensar otra cosa que te parezca mejor o más divertida y es ahí donde las cosas pueden salir muy mal. De tanto y tanto buscar como puedes pasarla bien, el resultado puede ser fatal; en esos estados de la mente se generan ideas que no son óptimas y que a la larga traen conflicto, como accidentes, situaciones comprometedoras o embarazosas y, en el último de los casos, alguna decisión en la que haya pérdidas irreparables; por este motivo primero que nada debes permanecer atento a tu alrededor, observar lo que pasa cerca de ti y no decidir con el estómago sino con la cabeza para evitar todo lo antes mencionado.
Hace unos meses unos chicos estaban flojoneando de manera increíble y, uno de ellos al sentir aburrimiento, les dijo a los demás que podrían ir a pescar, así que todos se fueron cerca de una presa e improvisaron con unas cañas incipientes; entre risas y gran relajo generalizado, uno de ellos se clavó el pequeño arpón en la mano y al quererlo safar de su piel, resulta que se lastimó más de la cuenta y se arrancó un gran pedazo de carne; mientras, otro de ellos que estaba tratando de permanecer en equilibrio cayó a la presa, pero lo peor no terminó ahí; este muchachito no sabía nadar y dos de ellos saltaron por él, el problema fue que al estar ensolvada el agua, las ramas lo fueron jalando cada vez más hacia el fondo y, finalmente, sus amigos no pudieron ayudarlo más y se ahogó.
Lo que comenzó siendo un juego terminó fatalmente; esto no quiere decir que no puedas tener momentos de esparcimiento y diversión, pero primero pregúntate cuando decidas algo, si tú o tus amigos (as) saben a lo que van, o sea, si alguien no sabe nadar mejor vayan a otro lugar, si no saben pescar como en el caso antes mencionado, tener el cuidado suficiente para no salir lastimados, y en cualquier otra actividad, estar pendientes de quien no sea muy diestro o capaz en la realización de la acción en la que participen.
La vida te puede brindar muchas oportunidades y, si eres una persona consciente, seguramente vas a lograr divertirte de manera que nadie resulte lesionado; a veces pasan cosas que no son previsibles, pero si tú puedes ayudar a que salgan mejor será de gran utilidad y madurez de tu parte.
Que tengas una bendecida semana.
Georgette Rivera
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