Mucho se habla de alcanzar la felicidad, como si fuera una estación a la que podemos llegar. Ser feliz es el objetivo de mucha gente, cuando en realidad pensábamos; seré feliz cuando termine mi carrera, terminábamos de estudiar y ahora queríamos una maestría para poder tener más oportunidades, pero seguíamos sin ser felices, quizás cuando empecemos a trabajar encontraremos la felicidad, pero nos veíamos envueltos en el estrés de la competencia. Seremos felices al empezar a ganar dinero, descubrimos que no era tan fácil o que siempre queríamos más.
Entonces seguro la felicidad llegará cuando nos enamoremos y nos casemos, nuevamente nos sorprendió que el matrimonio tiene sus altibajos. La paternidad ha de ser la fuente de la felicidad y otra vez nos dimos cuenta que aún que hay muchas satisfacciones, también hay grande preocupaciones.
Primero que nada, hay que entender que mientras estemos vivos, habrá situaciones que resolver eso que llamamos problemas, que vistos de otra perspectiva pueden ser tomados como oportunidades para aprender y crecer.
El error realmente ha estado en dejarlo al afuera. Pensando que cuando todo marcha bien, somos felices y que cuando no, sufríamos! Hay Leyes que gobiernan esta experiencia de estar en cuerpo como; “La Gravedad” nos dice, que todo lo que sube baja y baja la misma distancia. Son como las reglas del juego y el juego de la vida también tiene sus reglas, no es personal simplemente son para mantener un orden y no caer en un caos.
Una de ellas es la “Ley de Polaridad” que conocemos desde pequeños, también conocida como los opuestos. Junto con la “Ley de Vibración” que nos dice que todo está moviéndose todo el tiempo, quiere decir que lo único constante son los cambios.
Esto se traduce en, somos nosotros quienes le damos la connotación de bueno o malo a las experiencias, es aparente porque cuántas veces algo que creíamos que era muy bueno, resulto no serlo, de igual forma que algo que pensábamos que era malísimo, terminó siendo lo mejor. Para las mentes cuadradas entrenadas a buscar seguridad, les gustan los hábitos, lo predecible, las costumbres, sin darse cuenta que nada está estático, que todo se mueve y cambia.
Es por esto que la gente que es más feliz, es la que fluye y se adapta a los cambios. Si tenemos más de 25 años hemos podido constatar esto y si entendiéramos, que más que buscar la felicidad, lo que queremos alcanzar es la paz y ésta se encuentra dentro de nosotros.
La paz es un estado auto conquistado, podemos alcanzar la paz, a pesar de lo que esté pasando afuera. Recuerda que si todo va estar cambiando todo el tiempo y todo pasa, porque nada es para siempre, podemos a voluntad disfrutar cuando las cosas están bien, recordando que van a pasar y relajarnos cuando las cosas no vayan tan bien, porque también van a pasar. Si logramos mantenernos conectados con nosotros mismos, lo de afuera no nos pegará tan duro, que tus altos no sean tan altos para que tus bajos, no sean tan bajos. La gente que tiene más edad sabe que esto es real y que se puede estar en paz si uno lo desea, sin identificarse con el afuera.
La mayoría de la gente dice; de haber sabido, no me hubiera tomado tan en serio o no me hubiera atorado tanto tiempo en algo que iba a pasar. Hubiera puesto más atención en lo bueno. Te invito a pensar que, sí se puede estar en paz y no quiere decir, que nos volvamos insensibles, simplemente que aprendamos a no poner resistencia y fluir con lo que hay, que al fin y al cabo, va a pasar.
Te recomiendo mucho leer el libro “Kybalion”, ahí vienen los 7 principios Universales que de darán mucha “Luz”.
Bendiciones.
Te quiere, Martha.