La solución a cualquier problema está en la pregunta

Alessia Di Bari

Alessia Di Bari¿Alguna vez has tenido uno de esos problemas que nomás por más que le busque no le encuentras solución? ¡De esos que hasta el sueño nos quitan! Estoy casi segura que estuviste tratando de resolver el problema equivocado. Según Bernard Roth, el autor de “The Achivement Habit”, cuando no podemos encontrar las respuestas, generalmente es porque no nos estamos planteando la pregunta correcta.

Pongamos por ejemplo, la pregunta: “¿Cómo podría encontrar un(a) esposo(a) y/o novio(a)?

Te doy un tip, el que tenga signos de interrogación, no la vuelve pregunta. Así que olvídate del “¿Cómo podría?” y quédate con la aseveración: “Encontrar un(a) esposo(a)”. Si te fijas, esta frase bien podría ser una respuesta. Por lo tanto, encontrar una esposa puede ser tanto pregunta como respuesta.

Sigue mi linea de pensamiento, entonces ¿Para qué pregunta “encontrar una esposa” podría ser una respuesta? Pueden haber miles. Aquí algunas posibilidades:

  • ¿Cómo podría estar acompañado(a)?
  • ¿Cómo se podrían hacer cargo de mi?
  • ¿Cómo podría dejar de trabajar?
  • ¿Cómo podría tener (más) sexo?
  • ¿Cómo podría hacer que mis padres me dejen de dar lata?
  • ¿Cómo podría mejorar mi situación económica?
  • ¿Cómo podría mejorar mi vida social?
  • ¿Cómo podría seguirle el ritmo a mis amigos?

Cada una de estas preguntas, si la tomamos como un problema, tiene muchas posibles soluciones. Encontrar una esposa, es sólo una de las posibilidades. Probablemente, en la actualidad, podría no ser una muy buena solución para ninguno de estos problemas.

Según Roth, una de las principales causas por las cuales perdemos el sueño intentado resolver un problema es que pensamos que estamos lidiando con una pregunta, cuando –de hecho- estamos lidiando con una respuesta (una solución) que resulta no ser del todo buena, para solucionar nuestro problema actual.

Una forma de darle la vuelta a este dilema es preguntarme: “¿Qué sería diferente si logro solucionar este problema?”. La respuesta a esta pregunta se podría convertir en una nueva, pero más productiva pregunta.

Si yo creo que quiero una esposa para satisfacer mi necesidad de compañía, el problema real (solución) entonces, es: “¿Cómo podría encontrar compañía?”

Encontrar una esposa ahora se convierte, simplemente, en una de muchas posibles formas de encontrar compañía. Al cambiar la pregunta, he modificado mi punto de vista y aumentado dramáticamente la cantidad de opciones viables. Por ejemplo:

  • conocer amigos online
  • meterme a clases de algo que me llame la atención
  • comprar una mascota
  • unirme a un club

Ya no estoy atorado en querer encontrar una esposa. Así de simple. Identificando qué es lo que espero si soluciono mi problema, me lleva a un nuevo nivel de comprensión, finalmente, a una mejor pregunta.

Si modifico la pregunta, muchas veces es suficiente para llevarme a una resolución satisfactoria y para que mi problema original desaparezca y/o pierda importancia.

Este procedimiento lo podemos repetir, ad infinitum. Si la pregunta de cómo podría estar acompañado sigue resultando muy complicada para resolverla, me vuelvo a preguntar: “¿Qué sería diferente si logro solucionar este problema?”
Posibles respuestas:

  • Me sentiría menos aburrido.
  • Me sentiría estimulado intelectualmente.
  • Me sentiría menos solo.
  • Me sentiría más seguro.

Escoge la que resuene más contigo (Me sentiría menos solo) y conviértela en una pregunta. Tenemos una nueva pregunta: “¿Cómo podría sentirme menos solo?” ya está bastante lejos de nuestra primer pregunta: “¿Cómo podría encontrar un(a) esposo(a)?”.

Mucha gente casada se siente sola en su matrimonio, entonces –claramente- incluso solucionando el problema original (encontrar una esposa) podría no solucionar mi problema real que es sentirme solo.

Para que esto funcione, necesitas ser muy honesto(a) contigo, ya que tenemos una tendencia a racionalizar nuestro comportamiento con excusas y pretextos. Acuérdate, no hay una sola respuesta a la pregunta: “¿Qué sería diferente si logro solucionar este problema?”… Pero es cuestión de repetirlo hasta que encuentres ese “Aha!” que llega cuando hace click con lo que realmente estás viviendo.

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