La gran mayoría de las personas tienen la idea de que su vida en el presente es el resultado de todas las situaciones experimentadas a través de la misma. Creen que todas estas experiencias los han marcado dejando una profunda huella en ellos y convirtiéndolos en el ser humano que son hoy en día. Pero esto no es real, es solo una ilusión.
Lo que realmente ha marcado tu vida y te ha hecho quien hoy eres, es únicamente la forma como has decidido tomar las experiencias que has vivido, o dicho de otra manera tu percepción de las mismas.
Y para aclarar esto me dispongo a exponer, de la manera más clara posible, la forma como en realidad las personas experimentamos la vida y que repercutirá en los resultados que obtendremos en ella.
La realidad es una, sin embargo los individuos la experimentamos de muy diferentes maneras; Seguramente te habrás dado cuenta que cuando varias personas vivieron juntas la misma experiencia, por ejemplo una fiesta muy divertida, y después de varios meses se reúnen y hablan de lo ocurrido, sorprendentemente descubrimos que todos vieron cosas diferentes, escucharon cosas diferentes y sintieron cosas diferentes. La misma realidad es experimentada de manera muy diferente por diferentes personas. Dos individuos viven la misma tragedia y después de seis meses los encontramos y descubrimos que esta experiencia les afecto de diferente manera, uno de ellos se mantiene sumido en depresión profunda, ha tratado de suicidarse tres veces, y todo el día consume drogas y alcohol; sin embargo el otro nos sorprende al verlo mejor, más brillante, más sano y más exitoso que nunca, entonces les preguntamos a ambos, ¿por qué estás así? Y los dos responden lo mismo, por la tragedia que viví hace seis meses. Uno de ellos tomó la experiencia para lanzar su vida al escusado y jalarle, el otro pensó: como la vida es frágil, decido vivirla intensamente y ser más feliz que nunca. Esto nos hace ver que la realidad, una experiencia objetiva, los individuos la experimentamos desde nuestra experiencia subjetiva. Ningún ser humano por culto o inteligente que sea es dueño de la verdad ni de la realidad, únicamente somos dueños de una percepción de esta; Solo que el individuo no se da cuenta de esto y crea la ilusión de que percepción y realidad son lo mismo.
Veamos diferente ejemplos:
1) De pronto el cielo se nubla y comienza a caer una poderosa tormenta. Pregunta: ¿Eso es bueno o es malo? Si lo reflexionas notarás que no es ni bueno ni es malo, simplemente está lloviendo; Esto que es la realidad, la persona desde su experiencia subjetiva lo puede tomar tanto como malo, y pensar: Que horrible, me voy a mojar, el tránsito se va a poner espantoso, me molestan los días lluviosos, como se nota que Dios me odia. O lo puede tomar como bueno y decir: Que maravilla, me gusta ver llover, mira que bello relámpago, la ciudad se va a limpiar de contaminación, gracias Dios.
Esto que es la realidad, la persona desde su experiencia subjetiva lo puede tomar como malo o como bueno; De forma negativa, piensa: “Que horrible, me voy a mojar, el tránsito se va a poner espantoso, me molestan los días lluviosos, como se nota que Dios me odia”. De forma positiva, piensa: “Que maravilla, me gusta ver llover, mira que impresionante relámpago, la ciudad se va a limpiar de tanta contaminación, gracias a Dios!”
- El día está totalmente despejado, el sol brilla y la temperatura está muy elevada. ¿Eso es bueno o es malo? Tu percepción es lo que la hará buena o mala. Puedes pensar: Que horror, odio el
calor será un día insoportable, la vida está en mi contra; o puedes
decir: Que bello día, los colores se ven hermosos, los pájaros
cantan será un día sensacional!
La realidad, lo vivido, no existe manera de cambiarlo, pero lo que si podemos modificar es el cómo esto se grabó en nuestra mente. Pregunta: ¿si en este momento trajeran a mí a una joven que fue salvajemente violada por una pandilla que aparte de abusar sexualmente de ella, casi la matan a golpes y me pidieran que trabajara con ella en una sesión de psicoterapia por medio de Hipnosis Clínica y Programación Neurolingüística; ¿Qué podría hacer yo para quitarle la violación de su vida? Pues la respuesta es simple, yo no podría hacer nada. Lo que sí podría hacer es utilizar mis conocimientos terapéuticos para en un par de horas tirarnos un clavado en su mente y modificar totalmente el cómo esta experiencia se grabó en ella. Al término de la sesión, la muchacha que solo pensaba en morir y renunciar a la vida, de manera serena diría: “Me siento en paz, quiero seguir viviendo”, y si la dejaras de ver ocho meses, al reencontrarla te sorprenderías al escucharla decir: “Soy muy feliz, disfruto mis relaciones sexuales más que nunca”, aún que sé que algún día me violaron.
La realidad no la podemos modificar pero sí nuestra experiencia subjetiva, el cómo esta se grabó en nuestra mente, que es lo que realmente marca nuestra vida. Y es por esto que afirmo: “La vida es percepción”.