¡Las cosas no salen como quiero! ¿Qué hago?

Yordi Rosado

 

¡Hola a todos!

Esta semana estoy intentando aprender lo que no he podido en 44 años , 23 días y contando…

Capté que a veces (o más bien siempre) quiero controlar todo y no sé si es muy tarde o quizá muy temprano, pero me estoy dando cuenta que la vida no es así, que por más planes e ideas que tenemos para que las cosas estén mejor , la vida marca el propio rumbo para que verdaderamente las situaciones sean como deben de ser, y a la larga sean más adecuadas.

Me cuesta mucho trabajo toparme con pared en la vida, pero después de cierto tiempo me doy cuenta que no eran paredes, eran ventanas. Verdaderamente lo digo por conocimiento de causa, o como decía mi abuelita Leonor: “con los pelos en la mano“, te platico simplemente una de tantas que me han pasado:

 

Hace como 7 años mi matrimonio no estaba muy bien y me acuerdo que en esa época yo estaba muy clavado en la ley de atracción y la energía que le pides al universo; ósea prácticamente en el verbo, «Yo decreto, Tú decretas, Vosotros decretáis»…

Salía a correr en las mañanas y durante los primeros treinta minutos decretaba con toda mi fuerza que por favor (hay que tratar de ser educado hasta con el universo), se mejorara mi matrimonio.

Acto seguido, me divorcié.

– ¿Cómo? ¿Qué pasó ley de atracción?

-Yo estaba pidiendo todo lo contrario.

– ¿Leí al revés las instrucciones?

 

Tengo que aceptar que me enojé mucho y me decepcioné; pensaba: esto no sirve; y sincerándome un poco puedo decirte que fue uno de los momentos más duros de mi vida, sin embargo jamás me imaginé que la separación; el estar lejos, la soledad, el volverme a buscar y finalmente encontrarme; el tiempo, en fin, varias cosas; jamás me imaginé que el final de algo, era en realidad el nuevo principio.

Un año dos meses después de ese divorcio, teniendo ya historias separadas empezamos una vez más la relación y después de 5 años y un nuevo bebé ya en esta segunda vuelta (con la misma esposa), nos vamos a volver a casar .

En conclusión la vida me dio lo que estaba pidiendo, pero con su propio (y efectivo) camino; no con el que planeaba yo. Sé que no siempre se nos da lo que pedimos, y que no necesariamente regresamos con la persona que queremos, se recupera nuestro familiar que está enfermo, o conseguimos el trabajo que queremos; pero también me queda claro que a veces no sabemos lo que realmente necesitamos en la vida.

 

¿Saben qué es lo peor?… que aún con este tipo de experiencias en mi vida, sigo sin entenderlo siempre.

 

¿Cuántas veces he escuchado el «deja que las cosas fluyan»? y no lo hago.  ¿Cuántas veces quiero controlar las cosas y termino frustrado de que nada salió ni medianamente como quería?

Hoy prometo que intentaré hacerlo verdaderamente, que aunque “a veces“ se me olvide, voy a intentar que sean las menos de las veces. Si ustedes están o han pasando por momentos así, me entenderán perfecto.

Les deseo que puedan soltar, que puedan dejar que la vida acomode las cosas y que sean felices con una vida que no se puede gobernar, si pensamos que controlamos lo que en realidad no se puede.

 

Espero que ésta sea una de esas “ ideas que ayudan “… aunque sea un poquito.

Con mucho cariño,

Yordi Rosado


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