«Nada es más digno de admiración en un hombre noble, que el saber aceptar e imitar las virtudes de los demás»
Confucio
En algún punto de nuestras vidas aparecen y no hay base ni fundamento real que pueda explicarnos, el porqué.
Sólo llegan un día de la forma más inesperada; toman todo lo que somos y nos hacen romper todo o gran parte de eso que creemos que somos y nos guían para encontrarnos a nosotros mismos en nosotros.
Se quedan para siempre; no así de manera física. Pero, están allí en los momentos precisos. Basta con invocarlos y vendrán con respuestas. Nosotros los elegimos y ponemos nuestro foco de atención e intención en lo que en verdad necesitamos.
Las enseñanzas están en todos lados cuando la humildad te permite ser un alumno del entorno; pero maestros de vida.
Esos realmente son muy pocos. Estos pueden ser mayores que tú en edad o en experiencias. Humanos, imaginarios, idealizados o naturales.
Ellos, los verdaderos maestros nos enganchan con ese anzuelo de su influencia y con su ejemplo impactan nuestras vidas y nos arrastran por senderos que nos construyen como individuos.
Es así como pasé de ver películas de Bruce Lee, Jet Lí y de Jean Claude Van Damme a dedicar mi vida a practicar artes marciales. Me vestí con ropa negra durante una larga temporada, experimenté el vegetarismo, me casé con las palabras y los libros, viví –y continuo viviendo- romances interminables con la música, creo en la magia y me conduzco en sus misterios. Escribo, soy triste, ayudo y estímulo a ayudar, soy feliz, soy libre y no dejo de creer y crear: Por la influencia.
La influencia que es esa energía que está presente en todo; algunos después de Rocky empezaron a amar el boxeo y en el camino vieron lograr hazañas a Julio Cesar Chávez y se quedaron allí hasta ser y dedicarse a ese deporte.
Tengo un amigo imaginario que adora a Stephen King (creo que escribe libros o algo así). “Rambo” llevó jóvenes al ejército, Arnold Schwarzenegger adeptos al Gym, Michael Jackson creó generaciones de bailarines; Ramón López Velarde, Jaime Sabines, Pablo Neruda; Nicanor parra, Oliverio Girondo, Cesar Vallejo, Nicolás Guillen; incitaron a la poesía a toda una generación de escritores que se hicieron sus contemporáneos, creando lectores y escuchas de la poesía en habla hispana. Control Machete; eran tres jóvenes de Monterrey que pusieron con fuerza en el mapa nacional el genero Hip-hop y el Hip-hop es lo mucho que me define y define a tantos como yo.
Don José Vasconcelos Calderón instituyó la Secretaria de Educación Pública, con miras a educar a toda una nación y aunque el presidente Benito Pablo Juárez García se quedó el título de Gran Reformador; Fueron personajes como: Don José Telésforo, Juan Nepomuceno, Melchor de la Santísima Trinidad, Ocampo Tapia (Melchor Ocampo) y Don Venustiano Carranza Garza; Quienes dieron ordenamiento Jurídico a Nuestro país con sus aportaciones políticas e influencias hasta nuestros días.
Y así podría continuar ámbito por ámbito mencionando personajes ilustres, enmarcados en la historia. Hasta aquellos que un día común llegaron a nuestras vidas. Mientras estábamos en la escuela, el parque o la fila del transporte público y nos acercaron a la música, la pintura o cualquier otra manifestación del arte, la ciencia o aquello que se convirtió en un encuentro personal y lleno de lucidez; que sin más nos cambió. Para hacernos mejores personas, mejores seres humanos a creer en nosotros y nuestras capacidades ocultas o por lo menos a amarnos más.
Las influencias positivas están todo el tiempo a nuestro alrededor y sé que si nos detenemos un poco y respiramos el momento. Podremos observar alguna virtud que han desarrollado personas que no nos representan un gran ejemplo. Pero, que con ese habito han logrado salir avante de enormes dificultades que desconocemos y eso es una osadía muy aplaudible.
Recomiendo poner debida atención a nuestros pasos, palabras, elecciones y formas de manifestar lo que en verdad pensamos; porque nunca sabemos quién, posiblemente nos vea como ese ser que tanto admira y está influenciado su vida.
Yo creo que somos responsables de nosotros y de los otros en alguna porción y también creo que cualquier momento es buen momento, para decirles a esas personas especiales. Cuán importante nos resulta lo que hacen y como nos cambia la vida su existencia.
Porque
«Demostrar nuestra admiración y respeto es una de las mejores formas de amar”.