Durante varios años cada mañana despertaba y lo primero que hacía era ver la pantalla de mi celular para ver si ese día era el que por fin había llegado el tan esperado mensaje de mis hijos y cada mañana me hundía en el más grande dolor que he experimentado al ver que no había mensaje alguno ¿qué habría sucedido si yo no hubiera esperado con tanta ansia ese mensaje? Pues muy sencillo: nada, porque sin expectativas no hay sufrimiento o más bien sí, pues me habría evitado muchas mañanas de llanto y desolación
¿Eres de las personas que experimentan angustia, tristeza, dolor o algún otro sentimiento negativo cuando las cosas no suceden como tú las esperas? Esto es lo más normal del mundo, pero cuando descubres la maravilla de lograr no tener expectativas tu vida cambia y da un giro de 180°. Sé que suena imposible pero no lo es.
Estoy segura que en algún punto de tu vida has estado sentado junto al teléfono esperando a que tu pareja te llame para reconciliarte, has esperado esa disculpa que no llegó, el ascenso que le dieron a tu compañero, el trabajo de tus sueños, que la báscula marque 5 kilos menos, que tu pareja cambie, que te valoren, ganarte la lotería, etc… y cada vez que esto no sucede te llevas una gran decepción y sufres porque tus expectativas no se cumplieron.
Cambiarnos el “chip” y lograr dejar de esperar, de otras personas o de ciertas situaciones, algo que no está en nuestras manos no es tarea fácil, pero sí necesaria para poder vivir en paz y armonía con uno mismo. Soltar y dejar de quererlo controlar todo es muy complicado pero debemos de entender que solamente podemos responder por lo que hacemos nosotros y que lo que los demás decidan no es cuestión en la tengamos injerencia.
A mí, en lo particular, me ha sido bien difícil hacerlo pero me he armado de valor y he tomado las riendas en las circunstancias que más me afectan. De primera instancia duele horrible y uno se llega hasta arrepentir, pero créanme que la recompensa es mayúscula porque uno, de esta manera, logra aquietar la mente, se aleja de vivir angustiado y le retira el poder a las personas y a las situaciones para recuperarlo. Ese poder te perteneces y nunca debes de dárselo a nadie porque tu paz y sanidad mental es un tesoro invaluable que es tu responsabilidad de cuidar.
Deja de esperar que tus papás te paguen la carrera que tanto deseas y que ellos no quieren, deja de esperar que tu jefe cambie, deja de esperar ese puesto que tanto anhelas, deja de esperar que tu esposa cambie, deja de esperar que tu amante deje a su esposa, deja de esperar lo que no puedes controlar, simplemente deja de esperar… nada de esto está en tus manos y al no obtener el resultado tan esperado inevitablemente sufrirás.
Pero ¿sabes qué sí está en tus manos? No dejes tus sueños y ve de qué manera tú te puedes pagar esa carrera que te hará feliz, renuncia si tu jefe no te trata bien, si no te valoran en tu trabajo y le dan el puesto a tu compañero cámbiate de trabajo ¡ya!, cambia tú no esperes a que tu esposa lo haga y si no eres feliz ¿qué haces en esa relación?, recupera tu dignidad y ámate porque mereces una persona para ti al 100%, responsabilízate de ti mismo, ten el valor de crecer y de dejar de esperar a que los demás resuelvan tu vida o que te hagan feliz porque la espera será eterna y nunca llegará. El único proveedor de todo en tu existencia eres tú mimo y solamente debes de esperar cosas que provengan de ti, porque eso sí que depende de ti y solo de ti.
Deja de esperar, libérate de las expectativas y sé feliz que para eso vinimos a este mundo, la vida se va bien rápido y si no decides la vida decidirá por ti y tal vez la elección no te guste…
Un abrazo de esos que reparan el alma con todo mi cariño…