¿Alguna vez has escuchado la teoría que dice que todos tenemos un lugar en el mundo, en el que seríamos un sex symbol? Pues según un estudio realizado por la Universidad de Leed, en Reino Unido, las mujeres con sobrepeso –contrario al imaginario colectivo– tenemos más confianza en nosotras mismas y lo reflejamos durante el encuentro sexual; ya que –dicen– somos más aventadas, no nos limitamos sexualmente y somos partidarias de probar cosas nuevas. Todo esto, según lo descrito por los 3,000 hombres que participaron en la encuesta.
Todo esto, siempre según este estudio, da como resultado que las mujeres rellenitas resultemos más atractivas para el género masculino y disfrutemos más del juego amoroso. ¡Ándele, lo sabía! Sabía que alguien nos reinvidicaría, jajaja. Tu ¿qué crees de todo esto? ¿Te hace sentido? ¿Crees que depende de otros factores, además del sobrepeso?
Este mismo estudio, también descubrió que las mujeres que tienen las caderas anchas, en general, tienden a tener un apetito sexual más elevado; esto porque tienen niveles más altos de omega 3 y ácidos grasos, que –según estos investigadores- estimula la libido.
Finalmente, estos estudiosos concluyeron que las mujeres delgadas se enfocan más en la pareja, lo que hace que estén tensas en el momento sexual y fluyan poco, lo que genera –según ellos- una atmósfera algo incómoda al momento de retozar en pareja.
La muestra, en realidad, no es tan grande y hay una serie de variables que –para mi gusto- no son tomadas en cuenta. Por ejemplo, todos los hombres que entrevistaron tienen novias con sobrepeso –que por supuesto les encantan-, lo cual se agradece, pero hace que la muestra no sea tan fiable.
Al final, me pareció importante platicarles de este estudio, porque hay muchos mitos alrededor del sobrepeso y el goce sexual… más allá de un tema de salud, lo real es que la gente con nuestros kilos de más podemos vivir una sexualidad tan plena como cualquier otra persona. La forma de mi cuerpo, no tendría por qué influir en mi disfrute sexual, en mi experiencia –personal y profesional- tiene mucho más que ver con nuestras trabas emocionales que con cualquier otra cosa.
Así que, esta semana, me gustaría que te atrevieras a preguntarte qué onda con tu cuerpo, con tu disfrute y la manera –o no- en la que ejerces y vives tu sexualidad. Yo, estoy convencida que cada quien tenemos algo que nos vuelve atractivos ante los ojos de otro alguien… pero lo más importante, ante nuestros propios ojos. Tu ¿tienes claro tu atractivo?