Tirar basura es una de las cosas más desagradables que puedes hacer como persona. Cuando te tomas un yogurt o terminas de comer algún producto que compraste en la tienda de abarrotes guarda la envoltura o el envase y espera a encontrar un lugar para depositar la basura, si la tiras en la calle no sólo dañas tu imagen, sino que haces que las calles de tu ciudad también se vean mal. Es mejor ser un ciudadano limpio pues tiene sus ventajas.
SABIDURÍA QUE AYUDA: Algunas ciudades son reconocidas a nivel mundial por sus eficaces sistemas de recolección de basura. La ciudad de Aguascalientes ha sido reconocida por muchos años con el Premio Escoba de Platino, la última vez que ganó dicho reconocimiento fue en junio del 2014, en el Concurso Internacional Escobas, evento organizado por la empresa Asociación Técnica para la Gestión de Residuos, Aseo Urbano y Medio Ambiente (Ategrus) y se llevó a cabo en Madrid, España.
Que uno de tus propósitos de año nuevo sea convertirte en un ciudadano(a) más limpio, imagina que hubiera un concurso para los ciudadanos más limpios del planeta ¿te gustaría que ganaran los habitantes de tu ciudad? a continuación algunas ideas para ser un ciudadano limpio.
1.- Sepárala. Antes de que pasen a recoger la basura debes separarla al menos en dos categorías, en basura orgánica y basura inorgánica. Separa la basura de pilas, tubos fluorescentes y teléfonos móviles inservibles, estos desechos tienen un lugar específico para ser reciclados.
2.- Tira la basura en el momento indicado. Por tu casa pasa el camión recolector de basura a una hora determinada, trata de cumplir con ese horario y tira la basura justo cuando pasa el camión, no antes ni después. Por lo general, dejar la basura antes de que pase el camión significa tirarla y dejarla en la calle, eso está muy mal, evítalo. Hay ciudades en donde los vecinos ponen su basura en contenedores frente a su casa y pasa un camión tres veces a la semana a recogerla, en otros lugares el camión recolector pasa sonando una campana.
3.- No la tires en la calle. Evita ser de esos vecinos que eligen la esquina de una calle para poner ahí su basura. La gente lo hace por diversas causas, falta de tiempo, horarios de trabajo complicados o por simple pereza. Si no tienes tiempo pídele el favor a uno de tus vecinos, pero no dejes tu basura en lugares en donde no debe dejarse.
4.- Guarda tu basura. Cuando compras una bebida o algún otro producto en la tienda de abarrotes guarda la botella o la envoltura y espera hasta tirarla en algún cesto de basura, no tires los desechos en la calle. Es común quejarse en tiempo de lluvias por coladeras tapadas, generalmente culpamos al gobierno cuando esto pasa, pero muy pocas veces nos ponemos a reflexionar de la basura que tiramos en la calle, y eso provoca fallas en el drenaje de nuestra ciudad.
Aparta una bolsa de tu mochila o bolso y destínala a que sea sólo para juntar basura, cuando llegues a casa la depositas en un bote. Si ves un comercio ambulante con un cesto de basura es mejor que pidas permiso, los comerciantes pagan uso de espacio a las delegaciones o líderes de barrio y el cesto que ellos tienen es para uso de sus clientes, no es basurero público.
5.- La basura pequeña también cuenta. Aunque no lo creas, las cáscaras de pepitas o cáscaras de fruta también dañan, así que es mejor no subestimar los perjuicios que podrían causar, imagínate que los cientos de personas que pasan por un área verde dijeron lo mismo: «Sólo es una pequeña cáscara en un área verde», piensa ¿cuántas cáscaras de fruta o de pepitas contaminarían esa área verde? Hacer una composta es algo muy diferente a tirar residuos orgánicos en la calle.
6.- Chicles. No pegues los chicles en los árboles o en las paredes de algunos edificios (son el lugar ideal para la producción de millones de bacterias), ver algún espacio con chicles pegados es de lo más desagradable, lo ideal es envolverlos en un plástico (puede ser su envoltura) y después depositarlos en la basura. Además, un chicle puede representar un peligro para muchos animales.
7.- Ten cuidado con los desperdicios orgánicos. ¡No los tires en la calle! Los desperdicios orgánicos son alimentos para las ratas y otras plagas dañinas, además debes de tener cuidado pues desperdicios como huesos pueden dañar a muchos perros y gatos que viven en la calle (si quieres alimentar a un perro no les des huesos, dale algo que no lo lastime).
Ser un ciudadano limpio habla de tu gran educación y respeto por el planeta y todos su seres vivos, y no decimos estos porque hayamos fumado algo ilegal. Pon el ejemplo y cambiemos nuestros hábitos.
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