Ya estamos en julio, este año se ha ido volando y entre mundial, elecciones y el ritmo de la vida diaria, en 5 meses ya estaremos de nueva cuenta adornando pinos y haciendo nuevos votos; sin embargo hoy día es probable que te sientas un poco frustrado porque tal vez aún no cumples con las expectativas que tenías hace ya unos meses para lograr este 2018, pero no te estreses, todavía estás a tiempo de recapacitar y hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Qué me hace dejar a un lado mis objetivos?
- ¿Cuántas veces lo he hecho?
- ¿De verdad deseo un cambio en mi vida?
Evidentemente la única roca que se interpone entre tú y tus propósitos es tu falta de compromiso, pues piensas que en cualquier momento que decidas tomar acción todo va a salir tal cual te lo planteaste, no obstante no es así, pues hay ocasiones que ya no se da la oportunidad de recapacitar y volver atrás; aunque si de algo te sirve, hay muchas maneras de limpiar tu energía para seguir adelante, así que manos a la acción, toma nota y práctica este ritual fácil y sencillo para que tu pereza y otros calificativos te abandonen o por por lo menos ya no hagan tanta mella en ti.
Necesitas:
- Una vela morada
- Hojas amarillas
- Pluma de tinta azul
- Cerillos
Procedimiento:
- Escribe en una hoja amarilla con pluma de tinta azul todos tus propósitos inconclusos (todos).
- Pasa la hoja por la flama de la vela pidiendo que se transmute toda la energía que invertiste en elaborarlos.
- Deja las cenizas sobre una maceta o sobre tierra para que esa energía se renueve.
Es muy importante que cuando estés escribiendo no se te olvide nada y por supuesto tengas la firme intención de alcanzar tus metas. Pasadas una horas, sentirás que ya no cargas ese peso en la espalda o en cualquier parte del cuerpo y lograrás renovarte y darte cuenta que se puede volver a empezar.
No pierdas más tiempo y sigue adelante con tus planes, recuerda que cada cosa que no haces frustra el desarrollo en el presente de otros objetivos que sí puedes conseguir pero que tú en ocasiones enturbulas con tu propia energia.
Bendecida semana