Los 5 hábitos de comunicación de las parejas felices


P_JEAN_NuevaNo importa si apenas están saliendo, son novios de manita sudada, arrimados, juntados, recién casados o próximos a festejar sus bodas de oro; varios estudios (y mi propia experiencia como metiche profesional), me han permitido darme cuenta que las parejas que se sienten plenas y realmente disfrutan estar juntos, han desarrollado 5 hábitos de comunicación poderosísimos:

  1. Discuten para negociar y no para ganar.
    El jinete del apocalipsis de las buenas relaciones es el ego, ese que nos habla al oído y nos dice: “tienes que ganar”, “demuéstrale quien eres”, “hazle ver que tú tienes la razón”, “indígnate hasta que te pida perdón”, “vas invicto, no pierdas esta batalla”, “chantajéalo emocionalmente para que sienta culpa”, “haz que acabe con la cola entre las patas”,

¿Te ha hablado al oído ya este desgraciado ego? Estoy segura que sí. La próxima vez que se digne tratar de dictarte lo que debes hacer durante esa discusión, haciéndote pensar que de lo contrario te mostrarás débil, vulnerable o que tu dignidad quedará afectada, me haces el favor de callarle la boca en seco y decirle lo siguiente:

Mira estimado ego, lo que yo quiero lograr a través de esta discusión no es pelear ni demostrar que soy quien tiene el sartén por el mango; mi objetivo es analizar con mi pareja lo que salió mal, en qué se equivocó cada quien, aquello en nuestras actitudes o conductas que está hiriendo al otro y debilitando la relación, comprender cuáles son nuestras necesidades personales y tener claro nuestro objetivo como pareja; a partir de ahí, enfocarnos en la solución, negociar, llegar a acuerdos en donde ambos salgamos ganando (aunque en algo hayamos tenido que ceder) y sobre todo, que dichos acuerdos nos hagan sentir tranquilos y satisfechos. Así que hazte pa´allá, úshcale, shú shú, multiplícate por cero, sale bye”.

La parejas felices piensan como equipo y saben que si en una discusión sólo uno de los dos gana, la relación pierde. Por ello, fomentan siempre un ganar-ganar.

  1. Dicen lo que necesitan de manera asertiva.
    Ni se guardan lo que les está haciendo daño hasta que los corroe por dentro ni lo escupen a la primera oportunidad sin tomar en cuenta los sentimientos del otro y el bien de la relación. Buscan:

    1. El momento adecuado: cuando ninguno de los dos esté alterado por alguna sustancia externa como el alcohol o interna como los químicos que produce la ira y que no los dejan pensar con la cabeza fría
    2. El lugar propicio: en donde estén cómodos, A SOLAS y sin distractores, y
    3. La forma ideal: cuidando no herir susceptibilidades, evitando generalizaciones, humor negro y sarcasmo.

Las parejas felices dicen lo que sienten y piensan, pero cuidando los sentimientos del otro.

  1. Respetan su individualidad.
    Y esto no se refiere únicamente a darse espacio y tiempo para estar solos o con sus amigos, sino también a respetar aquellos aspectos de la historia de cada quien que no vale la pena poner sobre la mesa. Esta mala costumbre de las parejas de netear de más, abrirse como libros en blanco y exponer su pasado para transparentarse completamente, lo único que hace es reabrir heridas que el otro podría volver a lastimar sin querer o afectar la imagen que nuestra pareja tiene de nosotros. Esto no quiere decir que vamos a guardar secretos que podrían dañar a nuestro amorcito corazón, sino simplemente ser prudentes y comprender que muchos de los tropiezos que hemos tenido en la vida solamente ocurrieron para que pudiéramos aprender de ellos y crecer, pero ya no nos definen como tal. Sin embargo, podrían sembrar desconfianza, duda o inseguridad en el otro. Esto también aplica al compartir con nuestro pior es nada, detalles de la vida de nuestros amigos o familiares, solamente porque nosotros sí que le tenemos toda la confianza. ¡No se vale!

La regla de oro es: si le afecta, le importa. Pero si no le afecta, ¡ya no importa!, mejor cierra ese capítulo de tu vida y muéstrale en quien te has convertido hoy.

Las parejas felices son prudentes al compartir entre ellos historias de su pasado que pudieran terminar siendo un obstáculo para la relación. 

  1. Se escuchan con interés.
    No todo en la comunicación es hablar, también el escuchar comunica muchísimo. El prestar absoluta atención a nuestra pareja cuando habla con nosotros de aquello que le importa, es hacerle saber que él/ella es importante para nosotros. Ojo: por más que el tema pudiera parecernos irrelevante, para nuestra pareja no lo es. Va más allá del respeto, se trata de generar EMPATÍA. Recordemos que empatizar con el otro no significa estar de acuerdo, sino tener la capacidad de comprender las cosas desde su contexto y perspectiva.

Las parejas felices se escuchan con todo el cuerpo –postura, oídos, mirada, gestos–, con todas las ganas –voluntad de empatizar– y con todo el amor –en donde hay amor, hay interés–.

  1. Se comparten palabras de gratitud y aliento.

Gracias mi amor por:

  1. tu esfuerzo diario para darnos lo mejor
  2. por mantener la casa limpia
  3. por educar a nuestros hijos con tanto amor
  4. por ser tan detallista
  5. por tus muestras de cariño constante
  6. por recibirme siempre con una sonrisa
  7. por hacerme reír
  8. por ser tan considerado con mis papás y hermanos

Entre miles de millones de ejemplos por los cuales podemos agradecer a nuestra pareja todos los días, y que además servirán para reforzar esas conductas positivas haciéndole saber que las notamos y valoramos. #DosPájarosDeUnTiro

Palabras de aliento que realmente sentimos, como:

  1. confío en ti y en tu capacidad para salir adelante
  2. sé que puedes
  3. te admiro
  4. no pude haber elegido mejor
  5. eres un papá/mamá excepcional, lo noto en cómo hablan nuestros hijos de ti
  6. cada día te pones más guapo
  7. me siento orgulloso de tenerte a mi lado

Entre miles de millones de frases que decimos en la etapa de la conquista que después guardamos en el baúl de los recuerdos y no volvemos a usar más. #EpicFail

Si estás pensando que estas frases suenan cursis, te tengo una mala y una buena noticia. La mala, es que toda persona las necesita aunque diga y actúe lo contrario; la buena, es que si aprendes a sentirte cómodo agradeciendo y diciendo palabras de aliento genuinas y sinceras, te convertirás en el tipo de pareja que cualquiera quisiera tener. ¿Te digo algo gravísimo? Muchas personas acaban buscando a alguien más, cuando sienten que su pareja no las valora.

Las parejas felices saben que el amor se demuestra, pero a nadie le cae mal que también se lo recuerden con palabras bonitas de vez en cuando.

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