Hay días en los que a pesar de los rayos de sol, ves todo gris y no tienes fuerzas para siquiera moverte de la cama o salir a la calle, es casi imposible que logres avanzar o hacer algo sin obligarte a ello, por lo que si tu estado de ánimo está afectado por esta situación, lo que menos te conviene es usar colores que acentúen la melancolía, depresión o angustia; recuerda que el color tiene un elemento visual con una gran carga de información y, por consiguiente, una relación directa con las emociones, por lo que debes evitar los tonos sepia por ejemplo.
Éste es un color rojo anaranjado oscuro de saturación débil, su tintura viene de una secreción marrón casi negra que se origina de la Sepia Officinalis o sepia común, y es una de las especies más conocidas de las sepias que son originarias del mar Adriático; su tinta se utilizó en la Roma antigua para oscurecer algunos lienzos, telas, pinturas e incluso llegó a ser muy conocida para la fotografía en un proceso que consiste en sustituir los grises de una foto en blanco y negro por el sepia. Si piensas en una fotografía en este tono lo que menos encontrarás ahí es calidez, hay fotos hermosas en ese matiz; sin embargo, pueden transportarte al pasado, a una época de antaño que ya se fue, tal vez al recuerdo de una persona que perdiste o que está lejos, pues este color te lleva de la mano hacia las cosas que tal vez no volverán a ser iguales, a lo que no podrá recuperarse, a la tristeza, o a un momento de tu vida irrecuperable con tintes nostálgicos y, por lo antes mencionado, usar esta tonalidad no es recomendable, no ayudará a lograr quitarte la sensación de soledad, angustia o depresión.
Si de verdad deseas recuperar las ganas de moverte, caminar o salir a que te dé el aire, debes usar amarillo, verde pistache, azul celeste, naranja, blanco, y hay combinaciones que te pueden dar paz como el blanco y el palo de rosa, o el lila; estos colores son capaces de permitir que tu estado de animo se recupere, de lograr que te sientas más tranquilo y relajado; ahora bien, si de plano no logras ponerte en pie, cambia tus sábanas y ponlas de color amarillo claro o verde limón, eso permitirá que tu energía se incremente y puedas poner un pie fuera de la cama.
Si tienes un hijo hiperactivo vístelo de color azul cielo y eso lo calmará, pero si ves que ha perdido el apetito y las ganas de jugar los colores vivos te pueden ayudar, tal como el rojo en todas sus gamas; azul , verde, amarillo y blanco. En otro punto, si lo que quieres es neutralizar tu carácter, el color gris es perfecto, no importa si es claro u oscuro, y combinado con blanco, es capaz de armonizar a una persona de carácter muy explosivo. Cuando una persona de personalidad muy inquieta y cambiante duerme en sábanas rojas o naranjas, será muy difícil que logre descansar o conciliar el sueño rápido.
Si quieres que un lugar tenga un ambiente cálido, el color azul en la tela de los muebles permite que las personas se sientan en confianza y puedan hablar y expresarse con tranquilidad.
Como podrás darte cuenta el color es importante y puede cambiar la energía y vibración de una persona, por lo que puedes ayudarte con ello para lograr tener más armonía contigo mismo, o hacer los ambientes más empáticos.
Que tengas una bendecida semana.
Georgette Rivera
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