Hay momentos en los que estamos tan absortos en el diario acontecer, que pasamos por alto muchas de las oportunidades que tenemos para poder relajarnos. Primero que nada es importante saber que al reducir la tensión física o mental la persona se está encaminando hacia un estado de relajación prometedor; sin embargo, pese a que decirlo es muy fácil, lograrlo tiene que ver con bajar de manera considerable los niveles de ansiedad, ira, estrés, etc., que intoxican el organismo y que por consiguiente no le permiten desarrollarse plenamente en sus actividades diarias más sencillas.
Las causas por las que muchas personas se sienten incentivadas a iniciar técnicas de relajación es porque padecen ataques de angustia, pánico, problemas cardiacos, depresión, dolores de cabeza o en alguna otra parte del cuerpo. Algunos de los métodos pueden llevarse a cabo sin ayuda de algún profesional, otros ocupan necesariamente el soporte de un especialista en el tema que pueda dar una sesión guiada; para estos casos se recomienda chi kung, masaje, autohipnosis, meditación, yoga, respiración diafragmática, euritmia, eutonia, sonoterapia, y visualización de imágenes mentales que evoquen lugares tranquilos y agradables. Hay prácticas de relajación que se sirven de movimientos físicos y esos son los que más ayudan al individuo a salir de su estado rutinario; el hecho de movilizar el cuerpo activa la energía y permite que la mente clarifique sus ideas.
Algunas de las practicas recomendadas en caso de emergencia son realmente simples: caminar más de 30 minutos por un lugar conocido, practicar jardinería con las plantas de tu casa; si no cuentas con jardín, con tan sólo cambiar una planta a una maceta más grande cumple con el cometido, siempre y cuando se manipule la tierra y se ponga atención a su olor y textura. Si por alguna razón crees que no te van estas actividades puedes intentarlo haciendo oración o bien escuchar música de alta vibración como la música clásica, o la música binaural que es especial para liberar la mente; ahora bien, si necesitas una posición más cómoda entonces intenta recostarte y utilizar una meditación guiada; por medio de ella podrás descansar ya que no tendrás que estar pendiente más que de llevar a cabo los ejercicios o visualizaciones que necesites hacer.
La relajación no debería ser un tema que atender bajo el auspicio de un terapeuta, más bien debería ser una oportunidad de cada ser humano de aprovechar su tiempo haciendo cosas que lo liberen del estrés, o bien aceptando sus actividades no como un castigo, sino como una oportunidad para lograr resultados que a través de su creatividad sean óptimos. Hay cosas muy sencillas que ofrecen paz pero no las procuramos, el simple hecho de dibujar sobre un papel marca la diferencia.
Respira, relájate y confía en que cada cosa que hagas puede brindarte paz si tú te lo propones.
Que tengas una bendecida semana