Cuando era chiquita mis papás me educaron haciéndome saber que el protocolo y la etiqueta son parte esencial de nuestras vidas y que con buenos modales uno llega a los lugares más recónditos e inimaginables. A lo largo de mi vida lo he podido comprobar porque en realidad son armas que abren todo tipo de puertas.
Hoy en día me parece triste ver que poco a poco se están perdiendo estos valores que nos ayudan a tener una sana convivencia con las demás personas. Me asombra leer, sobre todo en Facebook y Twitter, los comentarios de muchísimas personas que lejos de querer hacer notar su punto de vista se dedican a agredir verbalmente a quien difiere de su opinión. Pareciera que los rudos y los técnicos se enfrentan para defender su máscara y que lanzan cada vez que oprimen sus teclados sus mejores llaves y patadas voladoras para vencer a su contrincante.
Todos tenemos derecho de expresarnos, de diferir de otras personas y de debatir pero con respeto y educación. Es una verdadera tristeza abrir las redes sociales para ver un sinfín de agresiones, a una sociedad dividida y la decadencia de valores.
Puedo comprender que todos estamos cansados y que el hartazgo es general pero ese no es una excusa para perder la educación y mucho menos nos da el derecho de faltar al respeto, además ¿en realidad creen que con agresiones lograrán su cometido? Un texto en el cual el 80% de las palabras son insultos y groserías no comunica absolutamente nada pero sí deja una huella social muy honda.
Una sociedad separada por enormes brechas de odio es una crónica de una muerte anunciada para un país. A pesar de que todos tenemos miedos, ansiedades, angustias y sobre todo hartazgo debemos de regresar a los “básicos” y recordar esos momentos en los que no nos importan las clases sociales, la religión, el partido político de nuestra preferencia o el grado de escolaridad que tenemos porque México nos necesita solidarios para rescatar a nuestro país de algún desastre natural y para tenderle la mano a nuestra gente que está desamparada. México somos todos y unidos podemos sacar a nuestro país adelante siempre demostrando respeto y educación, amor y civismo, solidaridad y hermandad.
Claro que vivimos una situación muy complicada y anhelamos un cambio, pero la violencia no es la respuesta bajo ninguna circunstancia. Todos nos quejamos de no sentirnos seguros pero recuerden que insultar cibernéticamente a otro ser humano es violencia y todos somos responsables de esto que desde hace algunos meses estamos viviendo ¿has insultado a alguien que opina diferente a ti? si la respuesta es sí eres parte de esto…
Los invito a que estas semanas antes de las elecciones seamos prudentes y enseñemos de qué estamos hechos porque México nos necesita y con modales todo fluirá de mejor manera. Sé que para muchos esto es intrascendente pero créanme que si se deciden a practicar la amabilidad su día a día será mucho más placentero y lograrán abrir puertas que jamás imaginaron posibles.
Un abrazo de esos que reparan el alma.
Con amor,