La gente continuamente esta en busca de la felicidad, y la buscan en hacer el viaje que tanto anhelan, en comprarse la casa de sus sueños, en la bolsa o el vestido de moda, en conseguir el auto tan esperado, en la fiesta, en el antro, en todas las comodidades y lujos posibles; ya que creen, que al obtener eso los hará felices. Pero desgraciadamente esto se encuentra muy lejos de la realidad.
El placer es una ilusión que se basa en el sitio y el momento. Una ilusión que cambia rápidamente de estatus y que cuando vienes a darte cuenta, ya no produce nada de placer e incluso puede convertirse en algo incómodo. A lo mejor una caricia en cierta zona de tu cuerpo te produce placer; pero si ese estimulo lo mantenemos demasiado tiempo entonces ese placer cambiará, ya que al proseguir el estímulo por largo tiempo terminaríamos irritándonos la piel y muy pronto esto se convertiría en dolor. Piensa en el postre que mas te guste, ahora imagina que comes una pequeña porción, y te darás cuenta que esto producirá un disfrute enorme en ti, pero ahora piensa que te hacemos comer otra porción, la cual también disfrutarás, pero inmediatamente después de terminar te damos otra porción y otra y otra y otra… Tú al poco tiempo descubrirás que este placer disminuye y en un abrir y cerrar de ojos ya estarás sufriendo la experiencia si te presionamos a continuar comiéndolo sin parar.
Los objetos materiales y las experiencias agradables externas provocan un estado placentero momentáneo, pero desgraciadamente nos van transformando en una especie de barril sin fondo, y de pronto descubrimos que nada es suficiente y nos enrolaremos en una búsqueda constante y eterna de placer. Vamos por unas mejores vacaciones, por el teléfono mas novedoso, el lanzamiento de la moda, por una casa mas lujosa, una pareja mas atractiva, mas placer sexual y así podríamos continuar en una lista sin fin.
Ojalá puedas darte cuenta que es un gran error el confundir el placer con la felicidad.
La Felicidad es un profundo sentimiento de serenidad, bienestar y satisfacción con la vida, independientemente de lo que puedas poseer o no, incluye estar en paz con el pasado y mantener una consciencia de que todo es transitorio.
Es por esto que alguien puede ser profundamente feliz simplemente por estar en su cabaña contemplando el bosque; y otro individuo, que es un poderoso empresario multimillonario puede vivir en un profundo vacío e infelicidad.
Sin importar la cultura, la raza o el sexo, el ser humano siempre estará en búsqueda de la felicidad.
«Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una».
(François Marie Arouet Voltaire )
Les comparto la historia de Matthieu Ricard (El hombre mas feliz del mundo). Nació en Paris en 1946. Richard realizo una brillante carrera universitaria. Trabajo con el Premio Nobel de Medicina Francois Jacob y obtuvo el doctorado en genética molecular en el Instituto Pasteur. Este hombre a pesar de sus tantos logros y éxito se sentía profundamente infeliz, así que decidió dejar todo e irse a vivir a Nepal en donde se convirtió en Lama. Con el paso del tiempo de pronto este hombre descubrió algo maravilloso mientras se encontraba vistiendo su túnica en el monasterio dentro de su habitación en la que solo cabía su cama y un pequeñísimo mueble con algunos libros; él se dio cuenta que ahora que aparentemente no tenia nada, el se sentía en paz y profundamente feliz. Mientras tanto un grupo de científicos de la Universidad de Wisconsin estaban haciendo una investigación acerca del cerebro y la felicidad decidieron estudiar el cerebro de algunos monjes tibetanos y entre ellos el Dalai Lama envió a Matthieu Richard. Los resultados de este sorprendente estudio fueron publicados en el 2004 por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. Su publicación fue titulada con el nombre de “El hombre mas feliz del mundo”. En este estudio Richard obtuvo resultados mucho muy por encima de todos los demás sujetos estudiados.
Si lo que estamos buscando es la felicidad, necesariamente hay que entrenarse en vivir intensamente el presente, el aquí y el ahora. Tenemos que aceptarnos tal y como somos, debemos soltar el pasado y dejar de perseguir obsesivamente el futuro. Debemos comprender que la búsqueda de la felicidad no es algo exterior, si no que es una búsqueda hacia el interior de ti mismo.
Ojalá a partir de hoy, siempre tengas presente esta diferencia entre felicidad y placer, y que los estímulos externos son placenteros momentáneamente pero, que en realidad, son una trampa en la que te puedes perder buscando a cada instante más y más hasta que termines fundido en una profunda insatisfacción.