Hace una semana hablamos del dolor de espalda baja o lumbalgia aguda, es decir, de reciente aparición. Esta vez hablaremos de cuando este dolor ya tiene más de dos semanas y parece querer quedarse ahí por siempre, o sea, se hace crónico.
Una lumbalgia crónica puede tener varias causas; desde una mala postura habitual como puede ser al manejar o la forma de sentarse en la oficina o una insuficiencia muscular, hasta la degeneración de un disco vertebral, alguna hernia de disco o simplemente una contractura mal manejada.
¿Cuáles son los síntomas de una lumbalgia crónica?
Un dolor en la parte baja de la espalda que empeora con las actividades monótonas y hay que estar cambiando de postura con frecuencia para encontrar alivio, ya sea de pie o sentado.
Los movimientos obviamente se encuentran limitados, sobre todo para agacharnos hacia al frente, inclinarse a los lados o querer girar.
Si se presenta de forma unilateral (de un solo lado de la espalda), con mayor rigidez en la mañana y que sede con analgésicos o antiinflamatorios es probable que su causa sea una artrosis (degeneración de la articulación, en este caso de la columna), mientras que si es dolor más difuso que empeora con ciertas posturas, sugiere que su causa es muscular.
El diagnóstico certero solo podrá hacerlo un médico especialista, ya que se basa en los síntomas y en algunas pruebas específicas que deben hacerse.
Es posible ayudarte con analgésicos y antiinflamatorios (si no tienes ninguna contraindicación para tomarlos) para ayudarte a controlar el dolor mientras acudes a tu cita médica, ya que es muy importante tratar la causa principal del dolor y no solo enmascararlo. Algunos padecimientos se pueden tratar con ejercicios o terapias, pero hay algunos que lo tienen contraindicado; es por ello que se requiere un diagnóstico preciso antes de iniciar un tratamiento. Igualmente si quieres acudir a terapias quiroprácticas, trata de hacerlo hasta tener certeza de cuál es tu lesión.
Hay gente que aprende a vivir con el dolor, hasta acostumbrarse haciéndolo parte de su vida, pero en general estas lesiones suelen tener un buen pronóstico y es muy raro que termine en cirugía, solo es cuestión de un buen diagnóstico y disciplina en el tratamiento para desaparecerlo y vivir sin dolor.
Recuerda que estas son recomendaciones generales y que te sugerimos acudir a tu médico especialista. Cualquier duda, comentario o para agendar una cita, escribe tu comentario más abajo o en @lizethgerard.
Como siempre es un gusto compartir contigo, hasta la próxima.