Mamá en estos tiempos modernos

Alicia Rábago

Ser mamá en esta época es algo con muchos retos; no digo que antes fuera fácil por supuesto que no, siempre ha tenido sus “asegunes” y también creo que todas las madres nos hemos sentido así… Así de repente pérdidas o atrapadas en una gran bola de nieve tratando de entendernos y de entender a nuestros hijos, por que sentimos que hay momentos en los que estamos perdidas, por que un día pueden ser los más cariñosos y al otro día hacer como si tú no estuvieras (esto aplica para cualquier edad), piénsalo; si tienes un chiquito es de los que te dice mami dos mil veces al día, pero de momento te dice “déjame yo puedo solo” y te sorprende esa respuesta; si te vas un poquito más adelante te encuentras con aquel niño que te cuenta cosas pero así de un momento a otro se encierra en su cuarto y te dice “no te metas en mi vida, no me entiendes” o ya un poco más extremista “es que tú no me comprendes” y si parpadeas te encuentras con un joven que ha empezado a trazar su vida y dice “ya llegue má, ya me voy má” y no me voy más lejos porque no quiero que lloremos juntos y descubres que crecieron muy rápido, te enorgullece pero también entristece porque han pasado los años muy rápido y esas dos mil veces que te dijo mamá las extrañas horrores, el cargarlos y darles palmaditas en su espalda mientras se recargaban en tú hombro te parece algo muy lejano y al mismo tiempo lo recuerdas como si fuera ayer y sabes perfectamente que no importa la edad que tengan tú seguirás siendo esa madre que apoye y esté cada vez que ellos lo necesiten.

Alicia Rábago

Pero mientras estamos dentro de todos esos cambios hay días en que uno quiere un tanque de oxígeno, tiempo y mucha paciencia para entender lo que sucede y digo madres en tiempos modernos porque hoy además de todas las variables nos encontramos con este “mundillo” virtual que es apasionante, fabuloso, enigmático, peligroso, adictivo pero además va muuuuuuy rápido y seguirle el paso cuesta, entre que tratamos de entender, comprender y educar a nuestros hijos más sobrevivir a la vida diaria con todo lo que esto implica se nos cruza “la web” y entonces hay que acelerar el ritmo, hablar de temas con los niños que antes no se hablaban pero si no lo hago yo, seguro se me adelanta “google” o cualquier amiguito un poco más informático, tenemos que aprender de estas modernidades de juegos y aplicaciones que traen consigo cosas maravillosas pero también peligros, tenemos que comprender que el mundo evoluciona a velocidades insospechadas y que para nosotros el día tiene 24 horas y a veces no nos alcanza, además escaparnos de esa presión social que nos arrastra sin darnos cuenta, el peinado, el cuerpo, la moda, “si soy vegano, consumo leches de todo tipo, si voy al gimnasio, si soy ecológica, si ya vi la serie de la cual todo mundo habla, si llegue a la junta, si me actualice en mi profesión, si me puse a estudiar, si salgo con mis amigas, ¡¡¡ufff!!!! de escribirlo me canse ahora de vivirlo seguramente me agote.

Y cuando toco base y me acerco a la realidad descubro que nada tiene sentido si no encuentro el motivo para hacerlo;  descubro que todo eso no sirve, que es más importante el tiempo y los momentos que dedico a pasar con mis hijos, que para ellos, la mamá que buscan es aquella imperfecta a la que conocen mejor que nadie porque ellos observan (gran cualidad) cosas que a veces nosotros nos olvidamos de ver y nos quieren así: “sin retoques” y ahí es donde hay que detenerse.

Esto de ser una mamá en tiempos modernos requiere de mucho; mucha energía, mucha concentración, mucho esfuerzo, mucho corazón, pero de lo que más requiere es de sentarnos y centrarnos,  no dejemos que lo urgente nos quite tiempo de lo importante, justo en estos momentos en donde la vida nos detuvo por está circunstancia es en donde hacemos un alto y nos damos cuenta de cuantas cosas que creemos indispensables en nuestra vida no lo son, que buscamos felicidad en cosas que no duran que son placeres temporales y que la verdadera felicidad radica en pequeños destellos de paz, tranquilidad y calma que nos hacen disfrutar quizá de cosas más simples pero que nos alimentan.

Es verdad que los tiempos han cambiado mucho y que nuestras abuelas podrían decir que era muy difícil ser madre sin todo lo que existe ahora, o que mamás actuales podrían decir que es muy difícil justo por la misma razón, creo que ser madre o padre de familia nunca ha sido fácil pero estoy segura que sí es UNA DE LAS COSAS MÁS MARAVILLOSAS QUE EXISTEN, ese amor verdadero que le entregas a otra persona aún sin haber nacido.

Una mamá es una mamá en cualquier tiempo, solo debemos de tener muy claro que los hijos crecen rápido, muy rápido y lo más importante que les podemos dar es nuestro tiempo y cariño, siéntante, respira, toma aire ¡y disfruta!

Pedagoga Alicia Rábago

Maestría en Ciencias de la Orientación Familiar, Master en Psicología Infantil, en Inteligencia Emocional y Coaching Educativo

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