¡Wow! Todo en esta vida son procesos, crecimiento, evolución, cambios, crisis, movimiento, energía pero cuando se habla de adolescentes todo eso generosamente se multiplica por mucho, incluso la magnitud que tome no se si en momentos es pues percepción o si pareciera que cuando hay un adolescente (o dos o tres) en casa es un momento de ponerse en pie de guerra y resistir.
Yo que amo lo que hago debo decir que la etapa de la adolescencia me intriga, me hace abrir mis ojos pero sobre todo me sensibiliza a la empatía, me parece que es una etapa sin duda de muchísimos cambios (físicos, psicológicos, emocionales, sociales….) unos mejores llevados que otros pero me sigue pareciendo una etapa de acompañamiento y una etapa de enorme crecimiento, es una etapa espectacular en donde se está aprendiendo a confiar en uno mismo, a través de nuevas decisiones muchas que seguramente nos enseñarán muchas cosas.
Es verdad, que creo que los primeros años de vida tendrán una poderosa influencia en el camino a seguir, pero los adolescentes, a su manera, te piden a gritos que permanezcas ahí, que permanezcas quizá callado, sin opinar, incluso si puedes sin respirar pero que sigas ahí! Y nosotros en nuestro afán por «respetar su libertad, dejarlos crecer, evitar problemas y discusiones» en muchas ocasiones nos apartamos y decidimos que ya no nos necesitan, pues creo sin temor a equivocarme que los adolescentes son los que más necesitan de nuestra presencia, nuestro estar ahí, nuestro “escucho cuando desees que escuche”, digo y soy congruente con lo que has escuchado durante muchos años porque sé que me estas probando, te demuestro que aunque todo tú ser te diga que no me importas, que no te quiero etc… eres lo más importante que tengo, te hago sentir que ahí estoy y ahí seguiré incluso cuando en ocasiones ni tú lo permitas.
La adolescencia es una etapa “muy castigada” por las etiquetas que recibe, ya tiene de entrada un “antecedente negativo”, y no, no estoy de acuerdo con eso, si que es verdad que en la adolescencia hay un montón de cambios y que muchos de esos cambios son difíciles de comprender, pero también es una etapa maravillosa de muchas tomas de decisiones futuras y lo que debes hacer es transmitírselos a los adolescentes, es transmitirles que la adolescencia puede según la perspectiva con la que se quiera ver una etapa maravillosa de autoconocimiento y crecimiento, o una etapa desagradable e incomoda que lo que desea toda la gente es que pase lo más rápido posible.
No necesitamos padres diciéndole a sus hijos de 8/9 años –“Uy estas pre-puberto, ni quien te aguante”, no!!!, por el contrario necesitamos padres que en esa etapa de tanto cambio sean una persona “si no la favorita” por lo menos una persona confiable y segura a la cual pueden acudir, y esto no se logra cumpliendo todo lo que un adolescente pide, esto se logra con RESPETO, CONGRUENCIA, COHERENCIA Y EMPATÍA (todas estas presenten siendo una autoridad positiva) Los adolescentes buscan identificación, están encontrando el como construirse y estoy segura que como padres queremos que esa construcción logre ser SEGURA, SOLIDA Y FELIZ.
Hoy los adolescentes piden ser aceptados más que nunca, y en este mundo con tantas exigencias es complicado no perder mucha autoestima y sufrir en ese proceso, tú papa/mamá quédate ahí, aguanta en pie de guerra como un valiente, recuerda cuando te toco a ti pasar por ello.
Comprende pero no complazcas en todo,
Negocia pero no cedas a todo,
Escucha pero que no se pierda el respeto,
Acércate pero no pierdas el objetivo!
¡Permanece!
Pedagoga Alicia Rábago
Maestría en Ciencias de la Orientación Familiar, Master en Psicología Infantil, en Inteligencia Emocional y Coaching Educativo
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